Goodbay

Vistas de página en total

30 sept 2011

En el escenario

Otro día nos encontramos entre los músicos de un mundo de gente movida y conmovida por la música.
Pero... ¿Qué hay debajo del escenario?

Los artistas de hoy en día salen del escenario y tienen conversaciones sin fundamento, abrazos y besos únicamente movidos por el interés, relaciones más privadas movidas por fines reproductivos y nada más.

¿Dónde quedó el amor? ¿Dónde quedó ese sentimiento que generó tantas y tantas canciones?
¿Dónde se han secado las lágrimas de felicidad por haber abrazado a un ser amado?
¿Dónde está la pena de separarte de él o ella?

Hoy en día la gente no se comunica, y si lo hacen es por el interés de aprender nuevas cosas; por lo demás, cada uno vive en su mundo aparte, cada uno tiene una vida aparte.

Venimos a este mundo de pasada, y nosotros vivimos atemorizados del futuro y arrepentidos de nuestro pasado mientras el tiempo pasa por delante de nuestras narices.

¿Por qué la gente no se comunica más? Buscar a alguien importante en este mundo es una acción titánica, casi imposible.

Estuve buscando gente, gente con quien hablar, ya no sólo relaciones, y la gente ignora, nadie se implica en las relaciones, intentas contactar con alguien pero nunca llegas a ser respondido.

Todo esto no lo he leído en ningún estudio, no lo he visto en ningún anuncio, escuchado en ninguna canción. Esto lo he vivido yo en mis propias carnes.

Hagamos nuestro mundo un lugar más cálido y dejémonos de enfriar las relaciones.


Mi dulce amor

¿Qué es la vida si no una sucesión de segundos, minutos, horas, días? ¿Qué es mi vida sin compartir ese tiempo contigo?

¿Quién no ha intentado parar las manecillas del reloj? ¿Quién no ha soñado con revivir un momento una y otra vez? Y ¿Quién no ha amado y ha sido amado?

No tardará en llegar , San Valentín,una excusa como otra cualquiera para intentar pasar tiempo con tu pareja o en su defecto para encerrarte en el apartamento mientras comes un buen bote de helado y ves alguna película romántica mientras anhelas que tu vida pegue un giro de 180 grados y tu príncipe azul,ese que no destiñe, un buen día y sin ningún pretexto se digne a llamar a tu puerta.

Y en ese momento, cuando lo daba todo por perdido llegaste tú, sin saber cómo ni por qué te hiciste un hueco en mi vida y me vi inmersa en un cuento infinito.

Jamás he estado tan segura de algo, estos días juntos han sido maravillosos, yo tampoco quiero despertar de este sueño.

Cada vez que te miro, solo pienso en tenerte conmigo siempre, en no mirar atrás y ver a través de tus ojos, sentir a través de tus caricias y alimentarme con el sabor de tus besos .

Ahora estás dormido, yo te abrazo y te acaricio con la mirada procurando no despertarte, siento tu respiración, tu olor y la proximidad de tu cuerpo, es algo que me vence, me puede, me produce escalofríos, enloquezco a tu lado.

Quiero jugar con el tiempo para así poder estar siempre a tu lado, quiero plasmar mis sentimientos en papel pero no hay palabras que puedan expresar algo tan bello y a su vez tan inconmensurable.

De momento es tan sólo un sueño , Me gustaría dar mucho más de mí ..pero sólo el juego al que llamamos casualidad será el que te interponga en mi camino




29 sept 2011

Lagos de penelope

Tú...

Llegaste cuando no te esperaba. Cuando mi mundo era tinieblas, cuando caminaba solo por inercia y a ciegas... y me trajiste luz.

Llegaste cuando no te buscaba. Cuando me había resignado, cuando ya no creía en mariposas y latidos... y me los devolviste.

Llegaste cuando no te soñaba. Cuando mis noches eran desvelo, cuando no existían nubes que dibujasen formas... y las dibujaste.

Llegaste cuando no te llamaba. Cuando mi voz estaba muda, cuando los susurros y los gritos se ahogaban... y me escuchaste.

Llegaste cuando no te sentía. Cuando mi piel estaba dormida, cuando mis labios y mis manos no acariciaban... y me despertaste.

Llegaste cuando no te deseaba. Cuando mi alma prefería esconderse, cuando mi mente y mi corazón hibernaban... y me encendiste.

Llegaste cuando no te intuía. Cuando no esperaba, no buscaba, no soñaba, no llamaba, no sentía, no vivía... Y fuiste luz, y fuiste latido, y mariposas en el vientre. Fuiste nube con forma de velero.

Fuiste oído atento. Fuiste amanecer, y fuiste dulce despertar. Fuiste susurro y fuiste grito. Fuiste labios que besan, manos que acarician, dientes que muerden.

Fuiste chispa, fuiste fuego, fuiste llama que quema, y fuiste agua que calma. Fuiste intuición, fuiste deseo y fuiste certeza.

Fuiste... y eres mi todo.



¿ quien robó la Navidad ?

Según quien cuente la historia, sucedió hace 10 o 20 años; hay incluso quien asegura que sucederá en el futuro. Posiblemente pertenezca al género más prolífico que el ser humano ha creado, la leyenda urbana.

Cuenta la historia que cierto día de mitad de un año cualquiera, un legendario ladrón, cansado ya de todas sus fechorías y hastiado por la rutina, se pasó siete días con todas sus noches elucubrando el que sería su mayor golpe, aquel por el que se le conocería a partir de ese momento.

Se le ocurrieron miles de cosas, pero ninguna colmaba sus expectativas. Cada idea nueva era descartada por anodina y pequeña. Hasta que el séptimo día, a la séptima hora, por fin se le ocurrió el golpe perfecto.

Se pasó otros siete días perfilando la logística de su plan y en qué momento llevarlo a cabo. Todo hay que decirlo, era un plan tan ambicioso como complejo.

Básicamente, quería robar la Navidad o, para ser mas exactos, el Año Nuevo. Pero... ¿cómo?

El desarrollo de su plan comenzó mucho tiempo antes, buscando cómplices suficientes para conseguir lograr su propósito.

Reclutó un total de doscientos mercenarios, a los que prometió una suculenta recompensa al terminar el encargo. El dinero no iba a ser un problema, pues a lo largo de sus muchos años de “trabajo” había reunido un grandioso botín.

Los doscientos elegidos se repartieron a lo largo y ancho del mundo en los días previos al día señalado. Cada uno contaba con una cantidad de dinero suficiente para llevar a cabo su parte del plan.

Horas antes de que empezase la víspera del nuevo año comenzaron a comprar, sistemáticamente en todas las tiendas del mundo, la provisión mundial de juegos de pirotécnia. En pocas horas nadie podía localizar uno de estos juguetes para celebrar el nuevo año.

Las autoridades locales comenzaron a verse sobrepasadas por las protestas de la población. La policía comenzó la búsqueda del cerebro de la operación, cosa que a priori resultaba mas bien difícil.

Lo único claro, es que ese año, ningún juego de pirotecnia fue lanzado al cielo para alegría y alboroto del populacho.

Y fue así, o eso dicen, como el mayor ladrón de todos los tiempos consiguió robar al mundo entero y hacerse un hueco imperecedero en la historia.

O puede que no...




Infiel

Cada hoja que cae del árbol te trae el recuerdo de aquella tarde de otoño.
El rojo del atardecer se refleja en tus ojos, ahora humedecidos por las lágrimas que brotan.
El olor a tierra mojada inunda tus sentidos. Intentas olvidar el dolor.


Caíste en aquel pozo negro que era la rabia y perdiste el rumbo, tus manos palpaban cada palmo de pared buscando sin éxito una salida que dejara entrar un atisbo de luz.

Tus ojos se acostumbraron a la oscuridad.


Pasaron los meses y tu memoria intentó bloquear el pasado construyendo un fuerte muro de ladrillos y cemento, pero la realidad lo golpeó con fuerza hasta derribarlo.

Ignoraste las manos amigas que te fueron tendidas y continuaste sumida en tu infierno.

¿Acaso habías desistido?, ¿te habían abandonado las fuerzas?

La culpabilidad se aferró a tu corazón corrompiéndolo desde dentro y destruyendo cada latido.
El veneno lacerante de la infidelidad pesaba sobre tus hombros.


Sabes que nunca tendrás ese perdón que, seamos realistas, no mereces.
Tus actos fueron puñales clavados en la confianza de tu amiga, de aquella a la que un día llamaste hermana y a la que traicionaste si pensar en las inevitables consecuencias.


Ahora el castigo impuesto a tu persona es ese oscuro pozo en el que permanecerás hasta poder limpiar tu conciencia con el beneplácito del tiempo. Y en el fondo de tu ser siempre sabrás que aquella tarde de otoño creaste una profunda fisura en una amistad ya imposible de recuperar.

¿Valió la pena?


28 sept 2011

Anatomía de un instante

Como una estudiante aplicada voy repitiendo, en lenta letanía, el camino de tus besos.

Cuboides, astrágalo, calcáneo, trigémino, cuadriceps, sartorio...

Te recreas en la espina iliaca para luego descender y depositar un beso, suave como ala de mariposa, en mi pubis .

Y el tiempo se detiene en este instante en el que me hago líquida bajo tus labios.

Y mi respiración se agita, y el corazón no late ya en mi pecho, si no en ese lugar secreto y húmedo donde a cada instante te espero...

Y mis ansias bailan al son del ritmo que marcan tus dedos, que avanzan a escondidas, desnudándome y leyendome a través de las yemas, como un ciego.

Y mi cuerpo se agita bajo tus caricias, oleada desatada, mirada encendida.

Y mi cordura se queda prendida de una arruga del puño de tu camisa, en el preciso instante en el que cae al suelo.

Y me besas, y me acaricias, y me embistes y me llenas. Alma con alma. Piel con piel.

Labios que susurran, cabello enmarañado, bocas que muerden, lenguas que dibujan intrincadas grecas sobre pieles ardientes.

Y me aferro a tu espalda para no caer del todo en la oscuridad de esta locura que desatas en mí cada vez que me llevas, cabalgando entre tus brazos, al instante preciso en que mi yo atraviesa la línea que lo contiene dentro de este cuerpo, que lames y acaricias, para salir de mi boca en un gemido tenso que marca el zénit.

Sólo un flash, sólo un instante...

Y sin embargo... la vida comienza y acaba en él.




Naufraga

Navegaba por el mar en calma sin presagiar problema alguno. de repente, la tormenta creció encima de mí. Se hizo más y más virulenta a medida que pasaba el tiempo. El barco que me daba asilo comenzaba a zozobrar sin remisión y ocurrió lo inevitable...

Fui un naufraga que encontró refugio en una isla desierta llena de gente; que pasaba los días mirando el horizonte en busca de una vela empujada por el viento; que fue perdiendo toda esperanza, segundo a segundo, hasta sumirse en un sueño despierto.

Vagaba de punta a punta de la isla sin un rumbo concreto, cual zombi sin cerebro, buscando una razón de ser. Un modus vivendi que me permitiera sentirme viva de nuevo, parte de algo al menos.

Me sentía perdida sin el timón del barco en mis manos, sin poder dirigir la proa perpendicular a las olas que me azotaban. Sin carta que me indicara un rumbo a seguir, un objetivo que alcanzar, y un trayecto a recorrer.

El día a día era un vacío sin fin...

Y, entonces, un día llegaste tú. Acercándote poco a poco, desde el horizonte. Una vela blanca destacando sobre el cielo... Llegaste despacio, sin prisas, casi sin hacer ruido. Entraste en mi playa de soledad para instalarte en ella para siempre. La arena adquirió otro color, la gente se hizo visible de nuevo, y el mar volvía a ser un aliado amigable que no me aislaba, sino que me integraba.

Los días eran más cortos estando a tu lado, y el cielo era del más grande de los azules. Todo era diferente desde el momento en que llegaste a mi vida. Todo era positivo y nuevo.

Mi rumbo quedaba fijado y solo me quedaba recorrerlo... Mi rumbo eres tú... y a ti me dirijo con la confianza del viejo lobo de mar que vuelve a saborear el sabor del salitre en su boca... y en la tuya.

No solo te amo, te vivo...


Ramificación del ser

¿Alguna vez habéis soñado en alargar un instante?

Los relojes retumban a tu alrededor marcando que cada vez queda menos, que cada suspiro te acerca al final y que no hay forma de poder parar este avance.

En el ser humano, al contrario de la tecnología, el progreso es sinónimo de decadencia, a todos nos gustaría ser para siempre jóvenes. Nos gustaría poder siempre llevar el ritmo que llevamos a los veinte años, siempre pensando en comernos el mundo y de qué modo hacerlo, sin preocuparte del futuro, porque pareces tener el control de lo que sucederá en todo lo que te queda de existencia.

A veces la reflexión nos lleva a la amargura. ¿A quién no le ha dolido la cabeza de tanto pensar en un asunto? Todos alguna vez nos hemos ido a dormir preguntándonos si mañana volveremos a despertar igual, si nuestro organismo va a seguir respondiendo igual que lo ha hecho hasta ahora y preguntándonos (en caso de que no despertáramos) si nos espera algo mejor en algún lugar.

Fueron muchos los años que estuve ligado al determinismo a causa de la educación que recibí en mi tierna infancia. Digamos que mis padres siempre me habían dicho que el futuro estaba escrito en algún lugar, como si de un guión de película se tratara. Solo debía preocuparte seguir ese guión y tener una cierta estabilidad en tu vida.

Mientras voy aprendiendo más de mi experiencia, he llegado a una reflexión que me ha servido todos estos días para poder seguir escribiendo. No pretendo ser un gran escritor y tampoco me lo considero. El tipo de escritura que practico está al alcance de todos aquellos que deseen plasmar sus pensamientos en un trozo de papel sin tener grandes conocimientos previos sobre cómo se debe escribir un artículo o sobre cómo se debe llegar al corazón de una persona.
Pero lo que sí que debo admitirme a mí mismo, si quiero ser totalmente franco, es que todo lo que escribo es puro. Son pensamientos que salen desde mi interior y que quedarán plasmados en todas estas revistas a lo largo del tiempo.

La reflexión a la que he llegado y que -hasta ahora- no había comentado es que para ser inmortal, no hace falta esperar nuestra última hora. Intenta tener una buena vida, saca tu pluma y escribe todo lo que piensas, tus reflexiones, tus penas, cuando alguien te hiere y cuando alguien te alegra.
La inmortalidad se consigue plasmando tus sentimientos en algún arte. Todos debemos plasmar nuestra forma de vivir y pensar. Todos somos filósofos, y no debemos conformarnos con vivir. Debemos prestar atención a todo lo que nos rodea y escribir sobre ello. Solo así, una persona puede llegar a convertirse en un mito.

La vida es breve y bella. No dejes pasar la oportunidad


Deshonor en cualquier caso

Supongamos que te has preparado para un trabajo compatible con tu carrera que poco a poco se ha ido convirtiendo en algo que ocupa gran parte de tu tiempo. Dicho trabajo, a veces es remunerado, otras no, puede proporcionarte satisfacciones o acabar siendo un lastre.
Imaginemos que, en uno de tus ratos de esparcimiento, das por supuestas muchas cosas y lo desempeñas.
Pero lo que normalmente es indiferencia (o sensación de alivio en privado) y algunas veces agradecimiento (lo cual te reconforta) por la otra parte, se convierte, esta vez, en algo distinto.
Pongámonos en que la respuesta no ha sido lo que se dice educada, y por no seguir fomentando el mal rollo, tal vez se responde una estupidez para romper el hielo. Siguiendo con otra respuesta negativa que se lleva el viento, echas mano de una mala palabra y pones medios para que el olvido sea mutuo.
Sabiendo que has molestado, aunque lo habitual es que tus servicios sean -incluso- requeridos, sigues adelante.
Y aunque tratas de dejarlo pasar, por medios públicos empiezan a surgir palabras aún más gruesas que el breve intercambio de gruñidos anterior. Palabras altamente ofensivas, que salpican a los cercanos a ti...
Conociendo los medios que existen para impartir el orden, recurres a ellos. Todas las partes conocen las consecuencias y la espiral de odio sigue.
Entre la tormenta de oscuridad ves, a toro pasado, justificaciones que no asumiste porque no preguntaste. Y que tampoco se hicieron públicas en un primer momento, lo que podría haber cambiado el curso de los acontecimientos.
No existen radares para detectar quién es intocable. Lo habitual es que se anuncie al mundo, sobre todo en determinadas fechas y eventos, lo que debería respetarse si se hace saber.
Lo que para algunos es una breve molestia, para otros es una violación grave... pero no siempre hay manera de conocer hasta que punto es así.
Queda la sensación de hastío, incluso de culpa por acudir a las normas, de vergüenza por ir a cometer un delito no tipificado.
La mala prensa creada, sirve para que no se conozca una versión oficial y verdadera... y más aún si nadie pregunta.
Y aunque se les ocurriera, puede que vuelva a empezar algo parecido a menor escala.
En este tipo de situaciones todo el mundo sale perdiendo. No queda claro quién es victima y quién verdugo... odiosos términos en realidad


25 sept 2011

Arbolito de navidad

Érase una vez, en una ciudad de nombre cualquiera, un pequeño arbolito que vivía en una pequeña plantación de abetos criados para ser árboles de navidad.

Nacían pequeños y frágiles en macetas de ningún color, llenos de sueños y con un solo objetivo en la vida, alegrar los salones de las familias en el día de navidad. En cuanto comenzaban a crecer y a fortalecer sus raíces, les trasladaban al gran campo trasero para que allí viviesen los próximos años hasta ser lo suficientemente grandes como para entregarlos.

Nuestro arbolito recibió su sitio con entusiasmo, porque por fin iba a crecer para hacer aquello que estaba deseando. Pero su sitio era el más sombrío de todo el terreno, y justo al lado los árboles más grandes, que ese año serían entregados, que le hacían aún más sombra.

Durante mucho tiempo, soportó las risas y las chanzas de nuevas y nuevas generaciones de árboles fuertes y robustos, mientras él se quedaba pequeño y falto de fuerza. Y lo que era peor, sus esperanzas iban menguando día tras día.

Su hora se acercaba y por fin sabría de qué pasta estaba hecho. Todos le decían que nadie le escogería y que entonces los hombres le llevarían a la casa del humo y ya nunca más vería el sol. Eso le aterraba y, durante las noches, tenía pesadillas en las que ya nunca más veía salir el sol. Pero a pesar de todo, era de voluntad férrea y creía que todo se arreglaría. Vendría una familia que se enamoraría de él y se lo llevaría a su casa. Viviría feliz y contento hasta el fin de sus días.

La víspera de navidad había un gran tumulto de gente paseando por entre los abetos, escogiendo y haciendo medidas para llevarse el árbol perfecto. Pasaban las horas y la gente ni siquiera le dedicaba la más mínima mirada. Caminaban junto a él, sin reparar siquiera en su presencia.

Y fue así invariablemente hasta que, al final del día, vio entre llantos a una persona que se dirigía hacia él, que ya era el único árbol que quedaba. Se agachó, cogió su pequeña hacha y de un tajo, le arrancó de sus raíces.

Por fin había conseguido su hogar. Aunque cuando pensaba que se dirigían hacia la puerta de salida, el hombre torció a la izquierda dirigiéndose hacia un edificio gris del que salía un humo del mismo color. Arbolito no comprendía que pasaba, pero se ponía más nervioso a cada segundo. El hombre entro en la casa y se dirigió hacia unas llamas tan vivas que parecían el mismo infierno.

Y de repente todo se apagó y se convirtió en oscuridad.


Todos conocemos la parte bonita de la navidad, pero ignoramos o queremos ignorar que por cada historia con final feliz, existen otras tantas en que el final no es como nos lo pintan en los cuentos. La navidad puede ser una época de felicidad y alegría en la que más que nunca, debemos acordarnos de aquellos que no pueden disfrutarla de la misma forma.

Todos debemos buscar a nuestro arbolito y salvarlo de las llamas de la tristeza..

preludio del nauseabundo conformismo

Carne latente que, con cada vez más frecuencia, lo único que deja son sus solitarias pisadas como rastro de su existencia, que no presencia. Ni si quiera hay olor en el pelo. Respuestas estudiadas, sonrisas prefabricadas, ojos ya preparados para el guiño que antes de ser de plástico, fue casual y espontáneo. Que antes, era fuego y no pólvora. La avispa con la orden del polen. El oso con la de hibernar. Las serpientes con la de arrastrarse. Las personas, las de ahora, con la de existir bajo un conformismo nauseabundo que pasa por caminar todas igual y dejar de preguntarse a qué sabrá una nube. La comida falta; decide no comer. El dinero desaparece; decide declararse pobre. Tu hijo muere y decides nunca haber tenido uno. Es lo más fácil.

Luchar por nada, o continuar en una misma situación en la que estás por no luchar, es exactamente lo mismo. Olvidamos pasar el tiempo observándonos en el espejo, antes lo hacíamos porque observábamos a una persona diferente a las demás. Unos se odiaban, otros se querían, pero todos se notaban distintos. Ahora, no hay reflejo extraordinario. No hay espejos.

Concepto errado de la felicidad el que dice que continuidad y seguridad es eso. El que lucha contra sí mismo, con tal de acabar intentando inyectarse en vena la ignorancia que cree que le falta para sonreír. Algunos lo logran, aunque nunca alcanzando el objetivo. Adquieren ignorancia a la fuerza de intentarlo, pero pierden las oportunidades de la posición inicial. ¿Eres más feliz por seguir haciendo, hasta que te pudras, lo mismo todos los días? Respóndete. Eres más cobarde, inconformista y mal agradecido con este mundo que te da dos días y tú lo desaprovechas con tu faceta de "no necesito nada de eso, nena, soy un tipo duro". Pretendes obligarte a ser feliz cuando sabes que no lo eres. Engáñate a ti mismo y cuéntame si lo logras.

¿Qué es la esencia del hombre como hombre si de ella hacemos lo repetido, lo no-sentido y lo formal? Muebles son, cadáveres de personas que sólo se reflejan ya con el individuo. La felicidad, como concepto idealizado del estado eterno que se puede alcanzar, no deja de ser un estado pasajero de bienestar, es alegría en el fondo la que te aborda en ciertos momentos. Y es lo que llamamos infelicidad el estado continuo de depresión, desasosiego o tristeza que algo nos produce en algún momento o en tiempo prolongado de nuestras, cada vez más, automáticas vidas.

Desiste de vivir y sigue pintando todas las paredes de blanco. Recuerda que el vecino, también lo hace.

Tras la puerta

Es un día indeterminado bien entrada la tarde. Las sombras de la noche comienzan a cernirse sobre las colinas de la vieja ciudad.
Me entretengo leyendo el ultimo libro insulso que tuve a bien comprarme, mientras saboreo el fondo de un gin tonic que ha conocido tiempos mejores.

El timbre de la puerta me sobresalta de manera sorprendente. No espero visita esa noche. Me regodeo en mi propia soledad desde hace semanas, con la sola compañía de mi misma.

Camino temblorosa hacia la puerta, pero algo me dice que debo tener cuidado.
Mi sexto sentido me previene, siento que lo que hay tras la puerta volverá añicos mi vida. Y sosteniendo ese pensamiento del hilo de mis miedos, me sorprendo a mi misma avanzando inconsciente hacia la perdición.

La manilla está la alcance de la mano y un sudor frío recorre mi frente. Decido que no abriré esa puerta, pero en lo que dura el pensamiento un click me deja claro que algo está decidiendo por mi. Abro lentamente mientras a mis oídos comienza a llegar un repiqueteo insistente “tac tac, tac tac, tac tac...”, una y otra vez en un increscendo que amenaza con volverme loca en medio segundo.

Mis ojos enrojecidos no dan crédito al vacío que llena el pasillo.
¿Habrá sido una alucinación macabra de mi mente?, pienso mientras mis músculos se relajan uno por uno. Y me dispongo a dar media vuelta cuando a mis pies se cuela por la rendija de mis llorosos ojos un objeto de un rojo mas intenso que el sol cegador. A esas alturas mi mente ha filtrado el sonido atronador, que por un momento había creído extinto, y que reaparece con cruel virulencia... tac tac...tac tac...tac tac...

Una fuerza irresistible me inclina a cogerlo y sostenerlo en mis manos mientras camino con pasos inseguros hacia la penumbra de mi habitación.

Lo coloco en la mesa auxiliar iluminada por la única luz que rompe las tinieblas. Lo observo escrutadoramente y mis pensamientos recomponen la escena. Es una caja, pequeña, roja como el fuego, y con una forma extraña pero reconocible.

Tengo que abrirla, me lo pide el cuerpo a esas alturas y yo no puedo negarme.

la abro ... hay un mensaje .. " si es por tí " ....

Lo que nunca te dije

Aprovechando estas líneas, y abusando del coraje que me da el anonimato, elijo este día para decirte lo que nunca podría decirte de otra forma.

En algún punto de nuestra amistad, mis sentimientos cambiaron, ya no puedo verte como amigo, por más que lo intente. Desde hace tiempo ya, sueño con ser la mujer de tu vida, estoy convencida de que lo soy. Convencida, asimismo, de que eres el hombre de mi vida y que, si por mí fuera, jamás te dejaría ir de mi lado.

Pero tú tienes tu vida y yo tengo la mía, y sé que no hay lugar para mí en ella, más allá del que ahora ocupo. Tú tienes tus proyectos, tu vida hecha, tu familia y tus sueños y yo... yo sólo me limito a compartir lo que puedo, y a disfrutar cada segundo de compañía que me regalas; a veces con generosidad y a veces con cuentagotas.

Cada noche sueño con algo más, algo distinto a lo que hoy vivimos, sueño con decirte lo mucho que te amo, mirándote a los ojos. Sueño con besarte, con reír a tu lado, con vivir cada aventura juntos, como compañeros. Pero cada mañana despierto y vuelvo a la realidad... esa realidad que nos mantiene alejados.

Y el sentimiento crece por dentro, y quema, y grita, y se escapa de mis manos, de mi control. Entonces pienso en correr el riesgo, en decirte todo lo que siento y huir, no darte oportunidad siquiera a rechazarme, a explicarme que no sientes lo mismo, a rogarme por conservar la amistad que nos une. Y es en ese momento en el que reparo en que la amistad que tenemos, es todo lo que tengo y no... no puedo perderla... no puedo perderte.

Entonces cierro los ojos, respiro profundo, silencio mi corazón y sonrío... aquí no ha pasado nada

24 sept 2011

Decepción

Duele, ¿verdad?

Saber que eres una auténtica decepción para alguien, saber que esperaban algo de ti que nunca pudiste dar.

Dejaste el corazón a medio camino. Las fuerzas ya te han abandonado y sólo queda el dolor que crece desde tu interior abriéndose camino a través de tu piel.

No sabes si mirar atrás, el camino es oscuro y tenebroso, los árboles se unen dando así la forma de un arco siniestro que no deja pasar la luz, es el daño que has causado.

Podrías mirar hacia delante, ¿serás capaz? Quizá tu mirada premonitoria te pueda advertir sobre las piedras con las que no tienes que tropezar, los corazones que no debes tocar y las manos que no has de coger, así crees que evitarás males mayores, aunque seguramente lo único que consigas es hacer un camino en solitario y deshumanizarte alejando de ti cada sentimiento.

Pero siempre te queda la opción de mirar el ahora, el ya. ¿Qué es lo que tienes? Seguro que alguien confía en ti, alguien cree en ti.

Sientes la necesidad de proyectar tu tristeza para sentirte liberado. Aferrarte a algún hombro y dejar fluir las lágrimas de tus ojos, sentir el abrazo amigo de quién pueda ayudarte.

Créate un mundo a tu medida, vive en él, con él, deja que el calor te llene, debes reponer la fuerza perdida y seguir caminando, pero no sólo, no bajo el arco de árboles, si no en un camino iluminado y de la mano de quién te quiera tal y como eres.


Verdades




una fecha

Ansiedad y cuenta atrás, entre noches de velas y carretera; A ciento una pulsaciones por minuto, el corazón y el tempo de los bises; Contando rápido las horas futuras para ver como el deseo de congelar el tiempo se desvanece lentamente.

Como siempre, entre contrastes, contrarios, contradicciones; Jugando con el tiempo, atrapado en pensamientos del presente, pasado y futuro; Buscando simetrías en estructuras caóticas e invisibles.

Y aquí falta otra para completar la locura; No va faltando nada; No faltará nada importante porque lo que resta, agranda e iguala solo es vulgar relleno para claves ocultas en pequeñas palabras


22 sept 2011

Escribiendo con la razón

¿No habéis tenido la sensación a veces de estar escribiendo las letras de vuestras canciones siempre en una misma línea, de manera que a veces quedaban como "vacías"?

Muchos músicos prefieren no encargarse de las letras de sus canciones, otros lo hacen simplemente copiando lo que otros trabajan, lo que otros sienten y viven.

No obstante, también existe la clase de artistas que trabajan duro para que el público vea plasmados sus sentimientos, vivencias, o problemas en sus canciones.

Y esto es algo que podemos notar fácilmente, el entusiasmo que uno pone a la hora de interpretar un tema, siempre será distinto dependiendo de la dedicación que ha recibido.

Sabiéndolo, es ahora cuando nos debemos poner serios y pensar hacia dónde estamos dirigiendo nuestra carrera, y hacia dónde quisiéramos que llegara.


Quizá te hayas sentido identificado con alguno de los tipos que antes he comentado. Siendo así, sería bueno analizar qué tipo de artista pensáis que sois, y compararlo con el que os gustaría ser.

Quizá creáis que habéis alcanzado la meta que os propusisteis al respecto, pero el camino del artista sólo acaba cuando muere,
constantemente se está alimentando de todo conocimiento que le rodea, de toda experiencia vivida o conocida. En definitiva, de la vida.

Personalmente, y a pesar de no darme cuenta anteriormente, yo era de los que o no escribían sus letras, o de los que copiaban todo aquello que "escuchaban".

Mis letras parecían bonitas, fáciles de escuchar y de entender.

Eran letras escritas desde el corazón, un corazón que, según ahora puedo darme cuenta, no tenía la experiencia ni la fuerza necesarias.

No digo que éste sea mal camino, pero no saciaba mis ansias de crecer, necesita cambiar mi rumbo, conseguir algo más personal, llegar a mi público y que me reciba como me gustaría que lo hiciera. Es por esto que me encuentro en una etapa de reflexión, en la que poco a poco voy dando forma a mis canciones.

Melodía y letra se unen en una sola, y mi voz acompañada de una estupenda guitarra dan sentido a esa partitura escrita desde... la razón


¿ Un adiós ?

Te sientas frente a la persona que está compartiendo sus minutos contigo pero hay algo distinto, el tiempo pasa más despacio.

Un minuto, en el que por primera vez te haces la pregunta que llevas evitando durante tanto tiempo, ¿qué esta pasando?. Lo que te hacía vibrar da paso a una rutina que sientes que poco a poco va apagándote.

Sonríes una vez más, pero esta vez algo es distinto, te das cuenta de que no es ilusión, no es más que amistad, cariño que ha ido eclipsando la pasión que te llevaba a la locura.

Es en ese momento cuando te pasa por la mente si el resto de tu vida será así, ¿existe el amor verdadero o no es más que una leyenda urbana para dar sentido a una relación?

Confusión, solo eso, la sonrisa se torna en una mueca forzada como si de un compromiso se tratase, como si no hubiese otra forma de comportarse y te despides con un beso que ya no te llena, un beso familiar en que no hay complicidad ninguna sin apenas mirar a esos ojos que una vez te hechizaban con tan solo notarlos.

Caminas por la calle recordando todas y cada una de las cosas que un día hicieron que te enamorases, hoy solo queda la costumbre de lo vivido que te aleja sin vuelta atrás.

Te planteas incluso romper esa relación, sabiendo que se volverá a repetir una historia así pero a la vez siendo consciente de que nunca volverás a ese comienzo ...


Seudonimo , no anónimo

Un día, te despiertas y te invaden unas extrañas ganas de escribir un artículo. O dos.

Coges papel y bolígrafo y comienzas antes de que estés completamente consciente y, por tanto,
te des cuenta de lo que estás haciendo.

Puede que sea el café recién hecho que te has tomado o que -aún- te dura la borrachera de anoche; en cualquier caso, las palabras fluyen sin ningún trabajo. Forman frases coherentes, rotundas y, en ocasiones, incluso graciosas.

Continúas escribiendo hasta que pones el punto y final y, entonces, observas tu trabajo con una enorme sonrisa, digna de las mejores portadas.

Decides que ya va siendo hora. Que esta vez vas a mandarlo de verdad a la revista.

Morirás apedreada, o aclamada. O puede que bajo el peso de la indiferencia. Pero no volverás a dejarlo para la semana que viene.

Miras el formulario de la editorial, y vas rellenándolo mientras tarareas (las cosas hay que hacerlas bien...)

- Título: Hecho.
- Texto corto: Hecho.
- Autor: ...

Llegó la duda.

Sabes tu nombre, obviamente. Si anoche no te acordabas es porque el vodka no quería susurrártelo al oído. Conoces tu nombre. Y además te gusta. Es bonito.. Suena a cantante de jazz. O a bailarina erótica. Entonces ¿por qué te detienes? El texto está escrito, esas son tus palabras, ¿cuál es el problema?

Pues yo os lo voy a decir: la objetividad brilla por su ausencia.

En un mundo dominado por las emociones y las relaciones sociales, incluso el más imparcial termina bailando con la subjetividad. Es inevitable.

Estamos sujetos a tantas influencias que no seríamos nosotros mismos si no se despertaran esas sensaciones.

Pero cuando uno escribe para que los demás lean, lo que quiere es poder disfrutar de las reacciones que conlleva. Reacciones de agrado, de desagrado, de ira, de solidaridad... Cualquier reacción que haga que uno sienta que lo que ha escrito, no ha sido en vano.

Si firmas un artículo con tu nombre, pierdes parte de esa espontaneidad, ganas críticos injustos y puedes olvidarte de la naturalidad.
Si, por el contrario, firmas con un seudónimo, disfrutarás de algo más objetivo, para bien o para mal. Y por supuesto, deberás asumir ambas consecuencias, y dar la cara ante ellas.

Así que, por mucho que se diga eso de "escriben bajo la seguridad que les ofrece el anónimato", la realidad es que escriben bajo el espectáculo que un seudónimo facilita.



A corazón abierto ( limón y sal)

Deja que te guíe través de mi corazón. Aterrizas justo en el centro, varias entradas a los lados te dejan a la mente caminos que te gustaría recorrer demasiado rápido.

Esta es una de las cosas que vale la pena saborear con cierto detenimiento.

¿Es miedo lo que te hace querer avanzar a tanta velocidad, o es la incertidumbre de no saber dónde está el trayecto adecuado? Te viene a la cabeza la escena más tensa de toda la película.
¿Cuál debo tomar? Comienza por cerrar los ojos y siente.

En contadas ocasiones nos dedicamos a eso de verdad.

No te costará realizar una descripción de sus ojos, notar el calor de sus labios sobre los tuyos o incluso susurrar, si te atreves, esas palabras que solo expresas en su oído cuando le haces el amor.

Abiertos, de todas formas, no te servirán de nada. Admite que las cosas que más te han excitado en tu vida, son las que has imaginado y no visto.

Entras en lo más profundo de mi alma y no puedo menos que instarte a que seas delicado en este tour tan particular que te ofrezco.

Lo primero que has notado son los cambios de superficie. Algún camino, en efecto, desemboca en un principio sobre escarcha y más adelante, continúa en puro hielo.

Puedes recibirlo con facilidad ya que a partir de la línea, todo comienza a congelarse hasta lo más profundo del sendero.

Te adentras. La sensación de frío es cada vez mayor, tu alma se encoje y tu cuerpo, dentro del mío, tiembla.

Es el orgullo el que asola tu mente por segundos. El sentimiento de que tienes que tener la razón cueste lo que cueste, superioridad que te invade y lo único que te deja pensar, es que debes obligarte a ser el último en perder la toalla de las manos.

El último en sonreír, el último en responder. ¡Oh si pudieras materializar el orgullo de alguna manera! En este momento, podrías hacerlo. Estás seguro. Podrías crear el perfecto objeto descriptivo de este sentimiento que parece ser dueño del lugar en el que te encuentras.

Sigues. El sentimiento de culpabilidad te invade unos pasos más allá. Cuando al principio podrías haber acuchillado a la persona que más amas sin sentir ni el más mínimo ápice de dolor, ahora y de nuevo, el aire se transforma, va cargándose de su propio aroma, el aire te la está retratando sin dibujar nada. El. La recuerdas, la hueles, la palpas.

Tropiezas y tu espalda entra en contacto directo con unas paredes que, carnosas, cual tambor te hacen retumbar tras pequeños intervalos de tiempo.

Nota las pulsaciones de mi corazón. Nota como yo, creadora de lo que ahora experimentas, lo siento contigo. Fusiónate conmigo y hagamos de la fusión resultante un solo músculo.

Que sienta el doble, que llore el triple. Sí, me encantaría poder llorar ...


21 sept 2011

Inevitable

Viento que mis velas empuja allende los mares, caballo de espuma que cabalgo sin aire en mis pulmones, criatura salvaje que domina mis sentidos.

Lecho de algodón que recorre mis alas, tierra que sostiene la pesadez de mi caminar, fuego que inflama cada poro de mi piel, llama que arde en la calidez de mi espíritu.

Pecado que atormenta la fragilidad de mi alma, éter que insufla vida en mis pulmones, líquido elemento que baña mis entrañas.

Eres la vida que vivo a cada instante, vida que no es vida en tu ausencia.

El futuro, el presente y el pasado, lo que fue y está por llegar, mi principio y mi fin, mi salud y mi enfermedad.

La calma y la tempestad, la cascada y la corriente del río sin fin que riega mi existencia.

Poderoso árbol cuyas raices nutren mi ser, enmarañada enredadera que trepa los muros de mi desidia y mi desesperación.

Eres mi parte y mi todo, la calma dentro de mi tempestad, juez que ordena mi alma con la ley del deseo, exigiendo el diezmo de mi pensamiento.

Contraste que recorre mis venas, sedientas aún de tu savia vital, mientras riegan despacio las cenizas de mi voluntad.

Pero si tuviera que hacer un resumen... no lo eres todo... eres más.


Confío en ti

Solía mirar con recelo y escepticismo la marabunta de eslóganes que nos vendían, densos, profundos y oscuros, líneas de contrabajo de esas que entran y se instalan en tu subconsciente. ¿Cómo creer en algo que no has visto, que no has vivido? Nunca me he llevado bien con la fe.

Ahora vivo en un eterno borrador, buscando la palabra que, pecando de conformista, pueda aproximarse a describir.

Caprichos de este estado mental que todo lo copa, todo lo dirige, pero que se empeña en no dejarnos hablarlo con la propiedad que se merece.

¿Cómo hacer legible lo que no se es capaz de asimilar por completo? La plasmación resulta ridículamente escueta, asombrosamente insuficiente.

El caos, sin orden alfabético, sin cronología. Cuando tus noes se entremezclan con los flashbacks que me llevan a tus besos; pinchan y duelen como la primera vacuna.

¿Cómo evitar sentir que yo debería ser quien canta en la radio, casi como si de un llanto se tratase, sail away? No sé darme más que argumentos desnudos, como las aulas en verano, y permanezco.

Quizás dude si me preguntan si creo en el amor, pero en un mundo vacío de certezas, mi certeza eres tú.

Creo en ti.


For you

Warm winds of the summer had made their way to the city. Flowers reached for the sky with the glory of their colors. The nature had become alive. There was this one lost soul walking the endless path of the lonely roads. Searching for something, someone, to bring along life, all the bright colors and warmth.

Footsteps echo in the landscape and to the wind she whispers. Closed eyes form a teardrop. Not a moment later, there was a warm hand in her cheek, wiping the tear away. "Don't cry, just hold my hand and we'll fly."

Hand in hand they walk, through parks, streets and highways. Shadows and sunshines. With the greatest aim of all: happiness. Each other's worries they carry, all the laughter they share. As a shield they stand in front of the loved one, so nothing in the world could come through and hurt. Into the same bubble they crawl when the whole world is shut, from everyone else but themselves.

To you, I've given my heart. For you, I would do anything. With you, my soul is no longer lost and lonely. It has a partner, a soulmate that has brought along life, all the bright colors and warmth.

Just hold my hand and we'll fly



A lo largo de los años

Hace tiempo que nos conocemos. Mucho tiempo. Y aún así, recuerdo perfectamente la primera vez que te vi.

Fue durante nuestro primer día en la Universidad. , no prestaba mucha atención a los hombres, probablemente como autodefensa por mi sensibilidad. Sin embargo, cuando me miraste algo cambió en mi interior. Una sola mirada tuya fue suficiente para despertar un sinfín de sensaciones dormidas y que hasta ese momento creía inexistentes. El impacto fue tan grande que al finalizar el día era incapaz de recordar cualquier cosa de las clases a las que había asistido. En mi cabeza sólo había sitio para tus ojos, tan azules como el cielo, tan profundos como el mar, y tan calientes como el fuego. Una mirada tuya bastó para hacerme abandonar la adolescencia tardía en la que estaba sumida y convertirme en una mujer.

Pasó el tiempo. Tú enseguida conociste un chica y os hicisteis novios. Pero eso no fue lo peor; lo peor era que la chica me caía muy bien. Si hubiese sido un mala persona, podría haberle odiado y al menos me quedaba la esperanza que te dieras cuenta que merecías algo mucho mejor. Pero no era así. Todo el mundo coincidía en que erais la pareja perfecta.

Sí, fuiste muy feliz con élla, lo sé. El día que os casasteis estabas radiante, desprendías una luz mágica a tu alrededor. Lo pude ver con mis propios ojos porque yo estaba allí, fui uno de vuestras invitadas. Reí con vuestras risas, lloré con vuestras lágrimas de felicidad, me emocioné con vuestra pasión... Al finalizar el día estaba muy confusa. Había visto cómo el hombre de la que llevaba años enamorada se había casado con otra mujer; y sin embargo en mi corazón sólo había cabida para un sentimiento... alegría. Sí, por raro que me pudiera parecer no había lugar para la frustración, el desengaño, la tristeza... Estaba alegre porque tú eras feliz.

Aquella misma noche tomé la decisión de marcharme. Busqué trabajo a varios miles de kilómetros e inicié una nueva vida. Me casé, me separé... unas cuantas veces. Pasaron los años, aunque nunca conseguí olvidar el brillo de tus ojos y tu mirada de aquél primer día. Las noticias que me llegaban eran escasas, pero una mañana recibí una llamada de un amigo común. Tras una rápida enfermedad, tu mujer había fallecido. La noticia me dejó paralizada. Y lloré, lloré como un niña al imaginarme el dolor encadenado a tu corazón. Y lloré como una niña al imaginarme lo solo que te sentirías en esos momentos. Esa noche tomé la decisión de volver.

Al día siguiente de mi llegada fui a verte. Me abrazaste y lloraste desconsolada entre mis brazos. Y yo hubiera dado mi vida por mitigar un poco tu dolor.

Y siguió pasando el tiempo. Hoy puedo decir que somos buenos amigos, pasamos muchas tardes juntos, salimos a pasear cuando hace buen tiempo, o nos quedamos en tu casa hablando, leyendo o simplemente estando.

Y llegados a este punto, te preguntarás por qué te cuento todo esto. Probablemente no lo recuerdes, pero mañana se cumplen muchos años desde el primer día que entramos en la Universidad; mañana se cumplen muchos años desde que esos ojos, ahora más cansados pero tan vivos como siempre, me invitaron a ser feliz; mañana se cumplen muchos años desde que me cambiaste la vida.

No, no te asustes, porque no te estoy pidiendo nada. Te conozco y sé que eres lo suficientemente sensato y razonable para seguir tratándome con el mismo afecto y con el mismo cariño, a pesar de saber que estoy enamorada de ti.

No te estoy pidiendo que cambie nada porque nunca en mi vida he sido tan feliz como lo soy ahora. Porque ahora puedo estar contigo. Porque pasear a tu lado es como pasear por el cielo sin la necesidad de haber viajado con la muerte; porque oír tu voz es como escuchar el canto de las sirenas para los náufragos perdidos; porque cuando me miran tus ojos siento que puedo sumergirme en ellos y pasarme varias vidas sin necesidad de nada más.

Y no te pido nada, porque hace muchos años que ya sé cuál es mi destino. Yo vine a este mundo para amarte, he pasado mi vida amándote y voy a amarte todos y cada uno de los segundos que me queden por vivir. Y allí donde vayamos una vez dejemos este mundo, te buscaré para seguir amándote eternamente ....


20 sept 2011

imaginandote

Podría reproducir segundo a segundo nuestro primer beso, que supo a fresa y a nervios, a la duda de si debíamos estar allí. No supo a culpa, aunque los demás nos culparan, porque sabíamos que las manos del uno estaban hechas para el otro. Ojalá se pudieran guardar mis recuerdos en un DVD para reproducírmelos, para reproducírtelos, para reproducírselos a nuestros hijos. Nunca se habría rodado una película de amor más bella.

Tengo en la memoria cada una de las palabras que nos regalamos. Las tímidas del principio, amistosas según pasaban los días, el fuego encendido que encontró el amor entre las llamas y nos salvó a ambos de congelarnos. Los te quiero que se fueron difuminando en una enfermedad demasiado rápida y mezclándose con el adiós. Me gustaría poder reflejarlas todas por escrito. Nadie hubiera escrito unos diálogos más intensos, un libro que te costaría soltar y en el que te empeñarías en aferrarte a la última página para no tener que terminarlo.

Mi piel aún se estremece con el recuerdo de cada una de tus caricias, tiembla con la memoria de tus labios, suspira con el sabor de tu sudor rememorado en mi lengua. Mi carne aún pide la tuya y late mi sangre con el ascua de tu calor. Si pudiera transmitir mi deseo, mi placer, estallaría el mundo en gemidos a mi alrededor.

Cuando crees encontrar la otra mitad de tu esfera, que encaja perfecta, pulida, sin vértices, no te unes, te fusionas. Cuando tus ojos se cruzan con los ojos que les hacen brillar, se apagan a la vez. Cuando tu corazón está entregado, atado, perteneciente a otro, cuando ese cuerpo muere te lleva con él.

Por eso aquí tienes mi amor, eterno, entregado, memorable, hambriento. Por eso no seré nunca la misma porque la que era ha muerto. Por eso aunque encuentre nuevos caminos tú siempre irás en mí.


¿ Hacemos un trato ?

Te escribo estas palabras para recordarte lo mucho que necesito que estés en mi vida, en mis días, en cada noche y en cada mañana.
Si antes mi alma no tenía cabida para mis sentimientos, ahora todo mi corazón te pertenece a ti.

Pese a oír tantas contradictorias historias sobre el amor, siempre me parecieron farsas de lo que en realidad eran, pero fue en una de aquellas ausencias cuando conseguí saborear lo escondido del amor, gracias a ti.

Dicen que el amor es asesino, conspirador, intrigante, mentiroso y muy pocas veces es bienhechor; porque cuando hoy te embriaga de felicidad, mañana te lo arranca de la forma que más te duele. Eso lo he vivido yo, pero tú siempre has sabido cómo hacerme sonreír cuando el veneno de otros ya ha hecho su trabajo.

Ríe y oculta tus lágrimas, la vida no está hecha para eso.

Hoy miro a mí alrededor y me doy cuenta de que solo en ti he logrado tener un espejo, mi reflejo va en ti, y el tuyo en lo más profundo de mí.
Nunca das explicaciones, solo me conduces a un rincón y confidencialmente te llevas lo más oculto de mí.
Jamás sospeché que alguien llegaría a tener tanto poder sobre mí como tú lo tienes, ni llegaría a entregarme a conciencia, con desenfreno y sin temer a nada.

Me fijo en los demás y, por primera vez en mi vida, yo también siento ser de alguien.
Me has hecho creer en el amor, en la felicidad, en la pasión y en lo eterno.

Nada me harías más feliz a que te quedases conmigo para siempre así que... ¿trato hecho?


No hay mejor tesoro que tu amor

Dicen que una verdadera carta de amor es la que no se sabe cómo empezar a escribirla y, tras terminarse, no se sabe lo que se ha dicho. Y aquí estoy yo, escribiéndote una carta de amor, tratando de poner sobre el papel lo que me haces sentir. Pero, ¿pueden los sentimientos trasladarse al papel sin perder una parte de su valor, de su significado?

No sabría decir cuándo me enamoré de ti, cuándo fue que empecé a sentir algo más, cuándo comencé a verte con otros ojos, cuándo dejaste de ser un buen amigo y pasaste a ser el objeto de mis desvelos.

Yo siempre había negado el amor, ese sentimiento que dicen que te hace anhelar tanto a la otra persona que acabas dependiendo de ella, necesitándola a tu lado a todas horas porque si no te falta el aire. En mi caso, pensé que era imposible sentir eso por alguien porque mi único amor era la música, y así sería siempre.

Hasta que apareciste tú y tu voz se convirtió en música para mis oídos, tu compañía en aire fresco, tu presencia en un cúmulo de sensaciones que hacían que el mundo se parara de repente, que todo dejara de existir, que nada más importara: solo tú y yo.

Te convertiste en mi música, en mi aliento, en mi compañero de viaje, de aventuras, de descubrimientos. Descubrí que eras esa otra mitad, esa media naranja de la que todos hablaban y que yo pensaba que era solo una estupidez, un mito, porque no me gusta pensar que el destino existe.

Y, de hecho, aún me gusta creer que no fue el destino quien te puso en mi camino, quien me puso en el tuyo. Prefiero pensar que todo fue fruto de la suerte, de la casualidad, que me hace sentirme cada día más y más afortunada por haberte encontrado, por tenerte a mi lado, compartiendo mis ilusiones, mi presente, soñando juntos un futuro.

Y es que, día a día, me convenzo más de que nuestro amor es el tesoro más preciado y que nada podrá hacerme renunciar a él, salvo la muerte.

Te amo, y así será siempre.





Por fin te encontré

Por fin te encontré, después de haber caminado con los ojos cerrados o, mejor dicho, con una venda puesta sobre ellos. Prieta, que apenas sí me dejaba respirar, haciéndome creer que aquella sensación de ahogo era lo normal. En un gran momento de suerte, perdí la venda, realicé la primera inspiración real de mi vida, abrí con fuerza los párpados y te vi. Solo dudé un instante porque tanta luz me cegaba: a los pocos segundos sabía que tenías que ser tú y que, por fin, te había encontrado, porque estabas delante de mí y te vi.

Crucé los dedos y pensé que ojalá tú hubieras estado tan ciego como yo justo hasta ese momento en que nuestras miradas, como nosotros, se encontraron y tu cándida sonrisa hizo más intenso el halo de claridad que consiguió que recuperara la vista y la respiración y perdiera la razón.

Quizá sea cierto eso de que se encuentra antes lo que no se busca y yo, que sólo buscaba un rayito de luz, hallé un sol radiante y abrumador que me dejó con las piernas temblando y una sonrisa en mi recién estrenada cara de idiota.

Por fin te encontré, y aún me sorprendo cuando nuestra rutina me regala otro despertar con tu lado de la cama deshecho, nuestra ropa revuelta esparcida por el suelo y a mi lado aún flota tu olor ...

Quizá sea cierto que naciste para que yo te encontrara y que todas y cada una de las piedras con las que tropecé en mi camino no eran más que el escalón previo al siguiente paso para hallarte.

Por fin te encontré, y quizá sea cierto que mi corazón sólo empezó a latir en el momento en que te vi.


Te tengo entre mis labios

No te quiero porque con tu presencia mi vida se transforme en un arcoíris, ni porque seas el hombre definitivo, sabe el mundo que es imposible concebirlo. No te quiero por nada concreto, te adoro por todo, pero sobre todas las cosas quiero destacar una única que son miles al tiempo y no es nada más que tú mismo.

Tú y tus manos que hacen que las cosas sean un poco más fáciles. No se dejan llevar por las mareas de letras cargadas de amor y promesas. Ignoran totalmente el significado de las palabras prohibidas y continúan su labor de acariciar mi piel cada vez como si fuera de nuevo la primera.

Nunca dices que me querrás para siempre, pero dibujas con tus dedos corazones en mi espalda que consiguen que olvide los conceptos de pasado y presente. Y en cada pausa que haces para continuar hablando me aprietas más fuerte las manos y el mundo se reduce a eso: tus manos sosteniendo las mías fuerte. Y cada sonrisa que transforma tu rostro en felicidad sin condiciones mientras tus manos intervienen de nuevo tapando con tu dedo índice mis labios y diciendo que todo va a salir bien. Y en cada mirada lasciva que sonroja mis mejillas también están porque, de nuevo, tus manos se encargan de acariciarme por debajo de la mesa.

Y mientras el mundo sigue y tú me sigues y prometes que siempre será siempre durante todo el tiempo que quiera serlo. Vuelves a no mencionar las palabras prohibidas, no lo prometes ni dices nada, solo dibujas con tus manos en mi cielo miles de deseos. Escribes en las nubes con tus dedos y el humo del cigarro que exhalo, corazones con cualquier forma, que a veces solo son nubes y otras son bolsitas de dulces que intuyo deben ser de caramelo, pero con mis ojos veo lo que sé que dibujas. Y quiero pensar que no me engaño y que de esta no voy a despertarme y que serás siempre tú y seré siempre yo, sin necesidad de más explicaciones ni desvelos.

Y mientras eso pasa, tú te haces gigante y yo pequeña y mi corazón se desarma y grita y deja de latir siempre que tus manos intervienen arreglando mi vida. Dudo sobre todas las cosas que admiten dudas en esta tierra. Entonces sonríes y me tomas la mano y la acercas a tu pecho que late al compás de mis suspiros, me besas e iluminas mi vida y entonces vuelves a ser mil veces más grande que yo y quepo entre tus brazos, me acomodo perfectamente y todo se para

Vuelve a ser igual que el momento exacto en que apareciste en mi vida... entonces eras tan pequeño y yo me creía tan enorme y pensaba que el mundo era mío.

Lo haces todo tan fácil que parece imposible que sea cierto, tan fácil que no sé cómo conjugar el verbo querer hasta llegar al verbo amar, tan fácil que mi corazón no acepta que no haya obstáculos ni barreras ni nada contra lo que luchar. Tanto que sé que cuando abra los ojos te habrás esfumado y no será más que una de las nubes que, en sueños, he visto que unas manos frágiles dibujaban en mi cielo y yo seguiré aquí abajo sola, entre el resto de mortales, vagando en un halloween eterno.

Pero mientras eso pasa olvido oscuridad, silencios y distancias. Salto entre la dificultad y las voces quebradas de cuando voy borracha. Las botellas vacías no son más que floreros donde colocar los hibiscos que de día adornan mi fino cabello. Y tus manos de nuevo me acompañan y todo es tan fácil como decirte un te quiero.


UNOS MINUTOS A SOLAS







Intentaré hacerlo, ahora que puedo.

Ahora que mis ojos han dejado de estar húmedos.
Observarás algunas gotas en el papel... no es más que agua derramada en un despiste mientras escribo.
La enfermera me ha colocado el respaldo de tal forma que me encuentre lo suficientemente erguida para poder escribir.
Mi pretexto ha sido dolor de espalda estando tumbada. En cuanto se ha marchado, he aprovechado el papel y el bolígrafo que a algunos de nosotras (las lisiadas sin remedio) nos dejan encima de la mesa para dar nuestro último adiós.



Un día como hoy se hace ironía que tenga que despedirme.

Un día donde se premia la atención, la cercanía, la pasión en las parejas.
Donde se premia precisamente el estar presente.

Quería, sin embargo, mostrarle a San Valentín que no todo hoy es estar con la persona amada si no se puede.
Eso, tú y yo, lo hemos hecho a diario.

Me he embriagado -sin cansarme- muchos días de tu sonrisa, de esa carcajada de niño que soltabas cuando mis dedos buscaban tus cosquillas, cuando interrogaban tu cuerpo buscando respuestas. Sí, es una despedida, pero aún siéndolo, déjame demostrarle al santo que puedo irme de tu lado amándote como si estuviera todavía contigo.
Haciéndote sentir, en todos los números que vuelvan a marcar esta fecha, que sigo siendo tu amante allá donde me encuentre.

Todavía recuerdo cuando en la oscuridad me preguntabas cual era mi mayor miedo.
Creyendo tú que me encontraba con los ojos cerrados, te miraba, fijamente,
averiguando tu silueta en la penumbra y pensaba sin dudarlo que mi mayor miedo era irme de este mundo y no volver a verte nunca más.
Desviaba el tema y hablábamos de otra cosa.
Ahora, que me encuentro a punto de embarcar con sólo billete de ida, no dejo de pensar en ti.

Jamás te sientas culpable de esto. Sabes bien que lo único que he querido siempre ha sido hacerte feliz,
que me he considerado la mujer más afortunada viéndote bien, y que si de mi hubiera dependido,
en el pasado nadie te habría hecho el más mínimo daño antes de conocerme.

En cierto modo, morir deja de darme tanto miedo. No hago más que repetirme, mientras escribo con mano temblorosa, que lo que mi boca calle con la muerte, mi corazón te lo seguirá susurrando cada vez que leas estas palabras.

Un corazón que tiene de dueño tu nombre. Este mundo deja de tener sentido si no puedo abrazarte como antes, deja de tener sentido para mí el seguir respirando artificialmente cuando cada una de mis bocanadas de pulmón han ido dedicadas a ti.

He sido una mujer fiel y la más feliz del mundo. He sido fiel porque jamás me ha costado ningún esfuerzo, y he sido feliz porque contigo no he podido nunca encontrarme dentro de otro estado. Sabes que siempre he sido celosa. Sí, lo sabes.. Dios, por alguna extraña razón que me tendrá que explicar en breve, (porque prometo que le pediré explicaciones) no lo ha visto apropiado.

Quiero que rehagas tu vida, con alguien que te cuide, que te quiera más de lo que yo te he querido, a excepción única de que no me olvides, por favor.

Permíteme seguir amándote desde ahí arriba, donde seguramente me tocará conocer por primera vez el aburrimiento al no tenerte,
donde pese al estado místico del momento, nada se comparará nunca al olor de tu pelo, el hacer planes tumbados boca arriba en la cama sobre cómo serían nuestros hijos, y hasta donde sentaríamos a tu madre y a la mía el día de nuestra boda.

Mi vena clásica me llama hasta en momentos como este. “Verba volant, scripta manent”.

Lo escrito se mantiene, pero te aseguro que más se mantiene lo que un hombre ha forjado a fuego en el corazón de una mujer.
Pelearé contra el santo más rebelde, contra el ángel más robusto, si alguno de ellos intenta borrarme tu nombre del alma.

Me niego. Quiero quererte siempre. Los dolores me visitan con más frecuencia, trato aún así de seguir firme sobre el papel.

¿Es posible poder sentir alguna presencia en esta habitación, donde sólo me encuentro yo con tu recuerdo?

Te reías de mi cuando decía creer en estas cosas, pero creo que quién tiene que recogerme, me observa complacido mientras trato de despedirme de ti.

" Hazme el amor cada vez que leas esta carta, piensa que me lo haces una vez más "

Sigue adelante, amado mío, y cada uno de los días que marque San Valentín en tu calendario a lo largo de los años,
lee estas palabras para saber que desde el cielo bajaría para morir cuantas veces hicieran falta por ti.

Hagámoslo bonito, cantemos juntos, yo ahora y tú cada vez que me leas, el fragmento que por mí te dice adiós,

esa parte de nuestra canción íntima que nos cantábamos el uno al otro sustituyendo de forma genial las palabras del sentir.
Siempre hemos sido originales.

... Hasta para amarnos .












cien años no cambiaría esto

Para ti, mi punto de inflexión.

Nunca sé cómo empezar una carta. Son un cúmulo de cosas que te diría, que en mi cabeza tienen sentido, pero al intentar tomar forma en mi boca se deshace toda lógica. Como todo lo que digo, ya me conoces.

Podría decir que nuestro amor es perfecto, que siempre hemos sido felices, que siempre ha sido amor y nada más entre nosotros, que sólo hay felicidad cuando estamos juntos. Pero mentiría.


De todos los amores, si es que estos fueran comparables entre sí, el nuestro es el más imperfecto. Hemos llorado, hemos reído, hemos acabado y hemos vuelto a empezar. Hemos subido a lo más alto, allá desde donde dices: "¡Mira, desde aquí se ve mi casa!" y hemos bajado a velocidades que cortaban la respiración.

Hemos amado, sobre todo lo demás. Y amamos.

Hemos sido amantes. A escondidas de miradas que nos podían recriminar nuestros actos. Hasta que la evidencia era clara hasta para un invidente.

Has querido dejarlo todo. Y entre lágrimas hemos sacado la fuerza.

¿Una comparación? Lo más cercano que se me ocurre son dos locos que quieren escaparse de un manicomio, hasta que se dan cuenta de que sólo son felices dentro, donde puedan estar juntos sin lógica, coherencia ni razón.

Tampoco quiero extenderme mucho más. Podría añadir que es tu mirada lo que me hace vivir, que son tus besos el motivo por el que sonrío cada mañana, pero no es sólo eso. Ya he dicho que es un amor imperfecto. Sí, tu mirada, tus besos, tus caricias, pero también tus muecas, nuestras discusiones, nuestros silencios. Porque no sólo te quiero en lo bueno, sino que también te amo en lo malo.

No te voy a pedir que no me faltes nunca. Eres libre de decidir. Y te prometo que yo nunca te faltaré a ti.


ViVir

Ya perdone errores casi imperdonables
trate de sustituir personas insustituibles
y olvidar personas inolvidables

Ya hice cosas por impulso
ya me decepcione con personas
cuando nunca decepcionarme
y tambien me decepcione a alguien


Ya abrace para proteger
ya me rei cuando no podia
ya hice amigos eternos
ya ame y fui amado
pero tambien fui rechazado

Ya fui amada y no supe amar
ya grite y salte de tanta felicidad
ya vivi amor he hice juramentos eternos
pero tambien me rompi el corazon muchas veces

ya llore escuchando musica y viendo fotos
ya llame solo para escuchar una voz
ya me enamore por una sonrisa
ya pense que iba a morir de tanta nolstalgia....
tuve miedo de perder a alguien especial.. (y termine perdiendolo) pero sobrevivi

y todavia vivo
no pase por la vida
y tampoco deberias pasar... vive

Bueno es ir a la lucha con determinacion
abrazar la vida con pasion
perder con clase y vencer con osadia
porque el mundo pertence a quien se atreve

La vida es mucho mas que ser insignificante....


Decirte ...

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres lindo desde el pie hasta el alma
porque eres bueno desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeño y dulce
corazón coraza

porque eres mío
porque no eres mío
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro





porque tú siempre existes donde quiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.


Mirando al cielo

No puedo evitar
en algunas fechas señaladas en la que ahora no estáis a mi lado
perder el conocimiento por unos instantes para pensar en vosotros
a golpe de recuerdos os mantengo vivos en mi mente

Me he quedado sólo y sin el calor que necesito para seguir adelante
por momentos me invade la impotencia ... un dolor tan intenso
que con el paso del tiempo todavía no he logrado aceptarlo

En los rincones de mi casa en mi desolación no elegida
siento vuestra presencia y quizá es en eso lo que me reconforta
y hago de ello mis ángeles de la guarda

Podría cambiar un instante de mi presente y volver al pasado
por un abrazo ... un beso ....

Sé que desde cualquier lugar en el que estéis
me dais vuestro aliento y seguro estais moviendo los hilos
para unirme a ella ...

Desde que entro en mi mundo , ella me hace soñar
en sus cálidas palabras siento esa tranquilidad
y hace que vuelva a respirar con normalidad

Sé que ella , permanecerá a mi lado
sé que ella me cuidará
sé que ella es esa luna en la que me reflejo y aún en la distancia
puedo sentirme más que nunca a su lado .

Confio en mi instinto y barajándo las cartas de mi futuro
sé que me habeís puesto en mi camino a esa princesa
en la que aúnque jamás pueda remplazar el amor que os tengo
tengo la plena convicción de que ella me devolverá la sonrisa

y esta vez si lloro ... será sólo de felicidad.


19 sept 2011

Cómo no crearte

He encontrado en tí todo aquello que siempre anhelé
todos los días pueden parecer iguales ... la misma rutina
nada cambia ...y de pronto en una fecha determinada a una hora inexacta
el universo , la conjunción de astros y el mismo destino se unen
y cómo si de un hechizo se tratara todo aquello parece ponerse de acuerdo para transformar tu vida

No puedo disimular que siento estar viviendo el amor más eterno más inmortal
y entre la razón y el corazón esa fina linea que la separa se hace más que nunca cabal.


por cada poro de mi piel siento cuanto te deseo
y colonizando cada una de mi alma

no me importa perder si al final de esta lucha no consigo conquistarte
porque son muy pocas las personas que al final de su camino no llegan a conocer ese sentimiento

quizá te conviertas en mi amor platónico
porque el hacerse realidad sería la historía de amor más bella
transformandose en un cuento que al relatarla a un niño después de escucharla
se sumiera en el más bonito de sus sueños

por más que las personas dejen de creer
por más que las personas te cuenten que al final se convierte en amistad y pura rutina
y se den cuenta de lo que sienten una vez que perdiste a esa persona

amar no es decir cada día un te quiero
amar es multiplicar cada momento para que al mirarle a los ojos te reflejes ...