Goodbay

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27 ago 2013

DECISIONES


Apenas quedaban unos minutos para que partiera aquel vuelo.
Billete de segunda clase, avión regular, más tiempo que dinero para perder.
Los dedos se entrelazaban sobre la mesa de la cafetería, las miradas se cruzaban y ella, al menos, contenía el llanto.

No importaba lo que hubieran dicho, sabía que era la última vez que estarían así,
que aquel hasta luego era un adiós que ninguno se atrevía a mascullar.

Ella se iba a una vida nueva, una vida mejor, dejaba la casa de su madre para buscarse el pan y cumplir sus sueños.
Él se quedaba al otro lado de la barrera de seguridad.

Retuvo su abrazo un poco más de tiempo del natural, intentando que su olor se impregnara más aún en su memoria, que su calor la calara hasta los huesos.

Memorizó el estremecimiento que provocaron sus dedos rozando la piel de su cadera, repitió de sus labios hasta que el implacable tiempo se lo impidió. Y aún entonces robó una caricia más.

"Pasaporte y tarjeta de embarque, por favor". Un control. "Quítese también las botas".
Al pasar la garita ya no quedaban ni sus ojos.Se centró en recordar aquel mediodía.

La última comida juntos.

Las cajas de bombones que intercambiaron fingiendo que era San Valentín dos días antes de tiempo, uno antes de que ella marchara. "Contigo todos los días merecían tarjetas", le había susurrado. Y el uso del pasado le golpeó como una realidad inevitable.Desembarcó.
Cogió la maleta. Un autobús. Un tren. Y al caer sobre la cama del hotel rompió la promesa de escribirle.

Sacó en su lugar un libro, una partitura.

Estos serían sus compañeros de cama ahora. Sus nuevos amores



18 ago 2013

DEL DESAMOR Y OTRAS ALEGRIAS



Porque no todo es tan malo como uno imagina y cuando tocas fondo sólo puedes ir hacia arriba.

Recordar las bondades del desamor no suele ser sencillo cuando uno está en esa situación.
Nos sentimos tristes, melancólicos y hundidos en un pozo oscuro en el que nos asemejamos a pequeñas lagartijas que intentan subir por unas altas paredes resbaladizas buscando la salida para no morir ahogadas en el fondo.
Sin embargo, es necesario aprender que podemos equivocarnos mucho cuando no razonamos con claridad, cuando todo lo que vemos es dolor y nos parece que la alegría es ya sólo un recuerdo que quedará para siempre en el pasado.
En ese momento en el que la dulce liberación de la muerte parece una buena idea y nos olvidamos del nuevo mundo que nos está esperando.

Necesitamos a alguien que nos centre, que nos haga disipar la niebla que nos ciega.
A veces es un amigo que nos lleva a beber a todos los bares poco recomendables de la ciudad, otras veces es una amiga que nos invita a tomar un tentempié en un gimnasio.

También están las personas que cuando se quedan sin amor tienen la excusa perfecta para darse un revolcón con esa camarera tan mona que le guiñó un ojo en la última cita con su ex, con ese guardia de seguridad tan desagradable que no los dejó entrar al mejor club de la ciudad o con ese presentador de televisión tan famoso con el que se encontraron casualmente en la playa el otro día cuando, tras unas cuantas copas, acabaron ellos dos solos susurrándose a la luz de la luna.

Sea como sea, lo bueno de que termine el amor es que hay otro esperando a la vuelta de la esquina. Quizás la realidad no sea así de literal, pero es verdad. Si necesitáis girar 100 esquinas os aseguro que habrá valido la pena.
¿O acaso vuestra felicidad no merece un poco de esfuerzo? Hay personas que quedan atrás antes o después.

Sin embargo, siempre aparecen otras nuevas.
Y cuando esa persona que pensabas que no existía aparece y supera todas tus expectativas no queda más remedio que rendirse a la evidencia de que el desamor por el que has pasado te ha traído hasta este nuevo amor que no pensabas posible.

Así que, ¿tan malo es perder un amor?




PINCELADAS



El que no ha amado en esta vida no sabe lo que es vivir. El que ama y sirve, sirve su vivir. Pero no todo lo que brilla es oro y uno debe de aprender a vivir así, a veces el amor no es lo que parece y otras amamos lo que no se debe amar.

Miro la luna y pienso en ti… ¿La estarás mirando? ¿Será la misma luna la que estamos viendo tú y yo? Sobra decir lo que siento por ti, tú bien lo sabes pero como siempre te haces la que no.

Desde siempre, desde niño tú has sido el gran amor de mi vida, aquel por el que en las noches cerraba mis ojos y ponía mis sienes en la almohada con el deseo infinito de estar contigo.

El tiempo pasó, uno crece y mis sentimientos por ti fueron cambiando poco a poco, se fueron transformando, los fui moldeando, aprendí a compartir contigo los buenos y malos momentos de mi vida.

Te he de confesar que me daban celos al verte sonreírles a los demás, yo a tu lado, y tú que no te dabas cuenta, pero te dejaba ser porque siempre sentí que éramos el uno para el otro.

Aprendí a esperarte en los días soleados y en aquellos con lluvia, en los días para celebrar y en los que solo pasaban por pasar. Te he deseado como nadie más podrá hacerlo, te hice mía en los silencios, y por más que trate de dibujar tu rostro en mi libreta jamás alcancé la exquisitez de un artista para plasmar tu fina estampa, pero, sin embargo, todas mis canciones hablan de ti, siempre has sido mi gran musa.

El tiempo siguió pasando y te vi con uno y con otro, con este y con aquel pero siempre pasaba lo mismo; de una forma o de otra te dejaban, se alejaban de ti y yo siempre estuve dispuesto a enjugar tus lágrimas.

Tu sinceridad y frialdad eran muy notorias, pero eso no me importaba porque ya estaba escrito en las páginas del silencio de mi vida que tú y yo nacimos el uno para el otro.

Recuerdo muchas noches frías y otros días cálidos, te paseabas con mis amigos y hasta llegaste a coquetearle a más de uno de mis seres queridos, me desgarraba verte cerca de ellos, pero bien sabía que tarde o temprano te dejarían, y no porque yo me interpusiera con abrazos y caricias, con palabras y canciones, sino porque nadie te podía amar como te amo yo.

Aún tengo curiosidad de saber que sentías en los días en que fui feliz lejos de ti, cuando me casé y tuve hijos, cuando los vi crecer… pero nuestra atracción era más fuerte que todos estos lazos, bastaba un minuto del día para que algo me recordase a ti, bastaba cerrar los ojos y en ese momento tu corrías para estar cerca de mí.

Muchas veces supuse que vivías triste y angustiada, que estabas terriblemente enamorada, que llorabas noche a noche y no conciliabas el sueño, que pensabas en tan solo verme, en estar conmigo, y precisamente hoy supe de ti todas las cosas horribles por las que has pasado por tratar de estar a mi lado.

Es por eso que hoy me he atrevido a escribirte estas líneas, porque ya no lo puedo negar más, desde siempre has sido mía y creo que yo jamás te di motivos, siempre hubo un malentendido, no era normal, no era correcto que tu lloraras por mí.

Los dos nacimos para estar juntos, me amas y te amo. ¿Por qué hacernos más daño? Toma mi mano, yo tomaré la tuya y juntos caminaremos hacia el atardecer de nuestras vidas, tan juntos como siempre, como desde el primer día, como aquellos días de mi niñez.

Siempre seré tuyo y tú siempre serás mía... Soledad.



15 ago 2013

MELODIA SIN IMPORTANCIA


Me silbabas la canción al oído y será que vive aullando en el viento, flotando siempre alrededor, familiar, sensual y pegadiza. Podrías pensar que es un aire fresco y renovado, pero lo cierto es que es una canción que tan pronto como viene se va.
Ni importa más.

Me la cantabas con susurros que sonaban como gritos ahogados en la habitación más oscura de un hotel de carretera, con curvas sinuosas, las tuyas al cerrar los ojos para mirar al techo balanceando tus caderas al ritmo que marca tu todo, tu cabeza balanceando el pelo sobre tu pecho. Una serpiente dejando su rastro en la arena bajo un sol que derretiría nuestros pecados en el paraíso. Hay rastros tan fáciles de borrar...

Me la gritabas con rabia, con tus reclamos sin reclamar, con tu orgullo y su épica, con su afán de perdurar, me daba igual.
Se fue una noche cualquiera con un portazo. No la lloré ni un momento y, después de todo, ¿podías culparme?

Algún día sonará una melodía diferente y la reconoceré cuando me eclipse los sentidos.
Entonces y sin exclusividad la bailaré en tu historia de historias olvidadas, la reconoceré en sus excesos, en su efímero placer, en tus notas ya perdidas, por contradictorio que parezca.

Y, ¿por qué no grabarlas? Supongo que de aquí a algún tiempo ha dejado de tener emoción todo lo que no traen vientos nuevos y de otro modo cobrarían importancia...


Hace tanto tiempo que camino por el desierto que he aprendido a diferenciar las dunas aunque, cuando cierras los ojos y canta la luna, jueguen a moverse. Los días en el desierto son abrasadores, el tiempo te sacude con su contradictorio ritmo, cuando los segundos pasan despacio los años son una avalancha de arena que amenaza con aplastarte si no te mueves.

Mientras paso a paso caminas tambaleándote por la cuerda floja que marca el horizonte los buitres surcan en círculos sobre tu cabeza. Te dan sombra con su vuelo alto que no dibuja intenciones.

Cualquier signo puede ser malinterpretado, los pactos con el diablo son el día a día al infierno del paraíso y su inercia no me atormenta porque silencia las voces de mi cabeza. Sigues su camino y llegas a ninguna parte.

Así es como encuentras un oasis, no sabes qué es lo que te mantiene prisionero de tus libertades, pero lo cierto es que el cielo no se caerá entre estas cuatro paredes de aire, los viejos fantasmas solo pueden aullarte desde las afueras y, a veces, por la noche sueñas que son cantos de sirenas que te invitan a dejarte llevar flotando a probar sus mieles.

Lo cierto es que si te alejas mucho bien podrías perderte y aunque eso no signifique no encontrar soluciones puede hacer olvidar preguntas importantes. Podrías volver a tropezar con tu piedra angular tres veces en el medio de tu tormenta de arena y no saber que aprender. Porque la tormenta que siempre te ha cazado, quizás habita en tu interior y lo sabes

9 ago 2013

TE ECHADO DE MENOS



Duro como una roca frágil como una pluma a la que el viento deja que vuele
y no abandono mi barco me prometí que sin tí no tendría sentido alguno
la luz que diviso da fuerza a mi mirada hoy perdida
llega otra noche en la que sin ti siento frío

me quedan tus cálidos abrazos no somos tan extraños cuándo tus recuerdos son tan fuertes

y quizá no te vuelva a ver tus manos ya no recorreran mi cuerpo
que hoy se estremece ante tu larga ausencia tengo sellado tu último beso

y un brindis acompañado de un deseo siempre para mi fue el mismo querer

estar siempre a tu lado pero no llego a tu corazón y sólo puedo decirte que mi amor por ti es tan fuerte ...

hoy volví a ver un desfile y el verde de los trajes me recordaban aquellos momentos
en los que nos comíamos a besos sobre la hierba el rio era testigo y al caer la noche rumbo al amor caíamos los dos sin querer frenarnos al extásis mutuo por cada no te puedo querer ...

te amaría yo a golpe de sentimiento un día una máldita guerra se cebó con un pareja
y su fuerza bruta ya no te devolvió a mí pensaré
que te encontraré en otra vida volveré a sentir a tu lado el olor a mar a campo ..
a libertad al amor más profundo en mi primero