Goodbay

Vistas de página en total

11 ago 2015

YO ESCRIBO Y TU LO SIENTES


Tenia la convicción de que no existía el amor que tanto anhelaba , y sin embargo, no me cansaba de insistir en perseguirlo... La esperanza de demostrar que el pasado fue real y que el futuro tiene matices de genialidad. Eres calma y desesperación.

Y al alba, morenos cabellos resbalan besando mi pecho, guiados por el olor a tinta tribal...

Eres fuego y hielo. Y te he buscado en mis soledades, para decirte como de hermoso eres, tú y cuando tú no estas pero has estado y persigo tu rastro alado.
Me quemas, y después te vas, fugaz, y el viento que trae tu aroma choca en tu fuego para contrastar.

Y en la segunda luz del día, haces caminos y seña de identidad...

Eres deseo y satisfacción. Y te he buscado en multitudes, sintiendo tu roce al rozar. Tu rastro vaporoso como un pañuelo de blanca seda acaricia mi mirada entre la ciudad.
Me pierdes, y me tientas, y después me vuelves a encontrar, juegas a mi espalda y te vuelves a marchar.

Y en la tercera luz del día, tus labios en mis labios no me quieren hablar, se comen mis palabras, aunque no las vaya a pronunciar...

Eres remedio y enfermedad. Y te comienzo a buscar en mi locura, a golpes, a reventar, a gritarte la ausencia... ¿Y si ya no esta?
 El pañuelo es soga que aprieta y no deja respirar. Me matas, me asustas, no me lo das... Y todo se empieza a nublar.

Y en la sexta luz del día, se ha visto pasar la cuarta y la quinta entre sueños de despertar, la séptima llama impaciente y la noche querrá llegar. Y tu mirada en la mía no se quiere reflejar, le envidia mi vista porque clavando los ojos en el espejo no hay nada que mirar.