Goodbay

Vistas de página en total

23 sept 2015

Viva la vida|Coldplay|interpreta-David Garret

http://selene-sselenee5.blogspot.com

Luz - ¿Por Qué No Vuelves, Amor? (Lyric Video)

http://selene-sselenee5.blogspot.com

LETRAS DE AMOR Y SUSURROS


La amaba. Lo sabía cada mañana, cuando el aroma a café se abría paso hasta su cerebro entre las brumas del alcohol en cualquier hotel y cuando trataba de leer el futuro de su historia en los oscuros posos que se dibujaban en el fondo de la taza después.
La amaba. Lo gritaba cada noche, cuando cada poro de su piel se enredaba en la sábana de la pasión que apagaba en cualquier otro cuerpo y cuando al terminar, desnudo de su amor, se vestía el corazón con jirones de anhelo y recuerdo.
La amaba. Lo callaba cada tarde, cuando sus dedos temblorosos arrancaban sin querer poemas de amor de las cuerdas de su guitarra y cuando su maldita timidez, disfrazada de soberbia, le hacía incapaz de articular palabra al mirarla.
La amaba. Lo sentía a cada momento, cuando el nudo de su pecho se hacía tan molesto que amenazaba con asfixiarle si no dejaba brotar el sentimiento. Y cuando frustrado e impotente juntaba letras y palabras que luego se tragaba.
La amaba. Lo sabía y mudo lo gritaba. Lo sentía e, invariablemente, lo callaba. Frustración y anhelo. Impotencia y desnudez. Timidez y recuerdo... Dedos temblorosos, pasión, alcohol y nudo en el pecho... Amenazando con asfixiarle, miedo y soledad, con continuar hundiéndolo.
Debía hablarle; hacerle saber más allá de la invisible e insalvable barrera que los separaba. Mas... ¿cómo llegar a su corazón si para ella era menos aún que nada? ¿Cómo hacerle entender que hacía años que la amaba? Si jamás cruzaron palabra. La amaba. Lo gritaba cada noche, cuando cada poro de su piel se enredaba en la sábana de la pasión que apagaba en cualquier otro cuerpo y cuando al terminar, desnudo de su amor, se vestía el corazón con jirones de anhelo y recuerdo.
La amaba. Lo callaba cada tarde, cuando sus dedos temblorosos arrancaban sin querer poemas de amor de las cuerdas de su guitarra y cuando su maldita timidez, disfrazada de soberbia, le hacía incapaz de articular palabra al mirarla.
La amaba. Lo sentía a cada momento, cuando el nudo de su pecho se hacía tan molesto que amenazaba con asfixiarle si no dejaba brotar el sentimiento. Y cuando frustrado e impotente juntaba letras y palabras que luego se tragaba.
La amaba. Lo sabía y mudo lo gritaba. Lo sentía e, invariablemente, lo callaba. Frustración y anhelo. Impotencia y desnudez. Timidez y recuerdo... Dedos temblorosos, pasión, alcohol y nudo en el pecho... Amenazando con asfixiarle, miedo y soledad, con continuar hundiéndolo.
Debía hablarle; hacerle saber más allá de la invisible e insalvable barrera que los separaba. Mas... ¿cómo llegar a su corazón si para ella era menos aún que nada? ¿Cómo hacerle entender que hacía años que la amaba? Si jamás cruzaron palabra.

Nota de autora :
Así es como él se despidió de mí en una carta y yo al mismo tiempo, en ocupar mi cabeza en perder mi memoria, en su mente no me conoce


CARTA SIN DESTINATARIO




Te escribo aunque no te enteres, porque no soy de escribir,
pero las palabras se me abarrotan en los dedos y en convulsiones prosaicas las escupo impune antes de morir.

Te escribo para que lo sepas, para que lo sientas,
porque suicidarme en ti con sinceridades es mi mejor pasatiempo;
y te vas tan lejos a veces estando cerca, y te quedas conmigo a miles de kilómetros de distancia haciendo que todo esto valga la pena.

Víctimas de lo inexplicable, de lo repentino, de las ausencias, de los desencuentros, de las promesas incumplidas, de las complicidades involuntarias, de las causalidades fallidas.

No te preocupes, seguiremos, como siempre, llegando a destiempo, en paralelo, en simultáneo, tirándonos besos a través del vidrio y por teléfono.

Seguiremos rozando nuestras sombras, interminable historia imposible, por nuestros lugares saturados de inviernos, donde despertaremos para destrozarnos a miradas,
a intensiones hasta que vuelvan los hielos.

Mas no puedo estirarme hacia ti, mas no puedo alejarme.

Y mientras nuestro universo personal sigue su curso, creando y destruyendo al paso de las casualidades mundanas, el resto avanza; 
se unirán y separarán los amores perfectos, seguirán floreciendo capullos, muriendo flores, corriendo el agua y acariciando el viento.

Cantarán lo mismo los mismos pájaros y la lluvia avisará primero con su aroma a tierra mojada y arrasará después, como siempre. Todo seguirá igual fuera de nuestro infierno celestial.

Quizás las palabras no me alcanzan, y no sé si culpar a mi alexitimia o al tiempo.
Quizá ya estamos grandes, cansados o malacostumbrados.
Quizás un te espero valga más que un te amo.
Quizás...