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15 sept 2014

SUSPIROS

No te quiero porque con tu presencia mi vida se transforme en un arcoíris,
ni porque seas el hombre definitivo, sabe el mundo que es imposible concebirlo
No te quiero por nada concreto, te adoro por todo,
pero sobre todas las cosas quiero destacar una única que son miles al tiempo y no es nada más que tú mismo.


Tú y tus manos que hacen que las cosas sean un poco más fáciles
No se dejan llevar por las mareas de letras cargadas de amor y promesas.
Ignoran totalmente el significado de las palabras prohibidas
y continúan su labor de acariciar mi piel cada vez como si fuera de nuevo la primera.

Nunca dices que me querrás para siempre, pero dibujas con tus dedos corazones en mi espalda que consiguen que olvide los conceptos de pasado y presente.

Y en cada pausa que haces para continuar hablando me aprietas más fuerte las manos y el mundo se reduce a eso: tus manos sosteniendo las mías fuerte.

Y cada sonrisa que transforma tu rostro en felicidad sin condiciones mientras tus manos intervienen de nuevo tapando con tu dedo índice mis labios y diciendo que todo va a salir bien.
Y en cada mirada lasciva que sonroja mis mejillas también están porque, de nuevo, tus manos se encargan de acariciarme por debajo de la mesa.

Y mientras el mundo sigue y tú me sigues y prometes que siempre será siempre durante todo el tiempo que quiera serlo.

Vuelves a no mencionar las palabras prohibidas, no lo prometes ni dices nada, solo dibujas con tus manos en mi cielo miles de deseos.

Escribes en las nubes con tus dedos y el humo del cigarro que exhalo, corazones con cualquier forma, que a veces solo son nubes y otras son bolsitas de dulces que intuyo deben ser de caramelo, pero con mis ojos veo lo que sé que dibujas.

Y quiero pensar que no me engaño y que de esta no voy a despertarme y que serás siempre tú y seré siempre yo, sin necesidad de más explicaciones ni desvelos.

Y mientras eso pasa, tú te haces gigante y yo pequeña y mi corazón se desarma y grita y deja de latir siempre que tus manos intervienen arreglando mi vida. Dudo sobre todas las cosas que admiten dudas en esta tierra.

Entonces sonríes y me tomas la mano y la acercas a tu pecho que late al compás de mis suspiros, me besas e iluminas mi vida y entonces vuelves a ser mil veces más grande que yo y quepo entre tus brazos, me acomodo perfectamente y todo se para

Vuelve a ser igual que el momento exacto en que apareciste en mi vida... entonces eras tan pequeño y yo me creía tan enorme y pensaba que el mundo era mío.

Lo haces todo tan fácil que parece imposible que sea cierto, tan fácil que no sé cómo conjugar el verbo querer hasta llegar al verbo amar, tan fácil que mi corazón no acepta que no haya obstáculos ni barreras ni nada contra lo que luchar.

Tanto que sé que cuando abra los ojos te habrás esfumado y no será más que una de las nubes que, en sueños, he visto que unas manos frágiles dibujaban en mi cielo y yo seguiré aquí abajo sola, entre el resto de mortales, vagando en un halloween eterno.

Pero mientras eso pasa olvido oscuridad, silencios y distancias.

Salto entre la dificultad y las voces quebradas de cuando voy borracha.
Las botellas vacías no son más que floreros donde colocar los hibiscos que de día adornan mi fino cabello.

Y tus manos de nuevo me acompañan y todo es tan fácil como decirte un te quiero.

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