Mientras libro una siempre penúltima batalla silenciosa contra los folios en blanco sigo esperando a las musas.
Un día me armaré de valor para salir a buscarles.
Un día dejaré de creer en ellas.
Las fechas siempre han tenido algo de caprichosas y me gusta jugar a creer que el universo nos dice cosas en forma de matemáticas de barra de bar. Si lo combinamos con eso de que "el dolor es siempre la antesala de la creación" me vuelvo un ateo.
En mi paraíso de las miserias torturé mi inspiración y mi imaginación.
Y en esa tragedia autoinducida forjé mi modelo.
Solo una cosa se escapó de la ecuación:
He torturado tanto el patrón por la necesidad de regalar al momento más amargo las palabras perfectas a las que aún no he sabido dar forma que en todo subyace la misma esencia.
Sadismo y melancolía. He perdido el norte yendo hacia el sur.
El que no ha amado en esta vida no sabe lo que es vivir. El que ama y sirve, sirve su vivir. Pero no todo lo que brilla es oro y uno debe de aprender a vivir así, a veces el amor no es lo que parece y otras amamos lo que no se debe amar. Aprendí a esperarte en los días soleados y en aquellos con lluvia, en los días para celebrar y en los que solo pasaban por pasar. Te he deseado como nadie más podrá hacerlo,porque tu y sólo tu eres poesía
Hace tiempo que no se te ve sonreir.
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