Goodbay

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13 nov 2013

EXTRAÑANDO IMPOSIBLES



Hubo un tiempo, y diciendo esto pretendo que suene tan lejano como es, en que solía resultarme fácil escribir...
Un ejercicio de sencillez y transparencia en que las palabras se desgranaban y fluían con suavidad, sin pausa.

Eso se fue, y seguramente me lo lleve.

No sé muy bien cómo, para qué, ni el momento exacto.

Lo cierto es que los interrogantes, por definición, siempre lo han hecho todo mucho más interesante.

Prisiones auto impuestas, laberintos de complejidad, armaduras de guerrero, caretas de solista maldito o atalayas de frases interminables.

Echo de menos echar de menos, ciertos suspiros que nacen con la melancolía y la complicidad de momentos felices.

En alguno de esos momentos dije algo como:

Queda un tercio de gira por delante y será difícil repetir otro anochecer en que el quejido de las cuerdas de mi bajo hagan olvidar las estrellas, aunque me conformare en que por unos minutos el cielo sea quien me mire a mí.

Parecía un día muy feliz, aun había esperanzas, metas, horizontes dorados...

¿qué nos queda ahora? La fugaz polémica de lo creído bonito,

que las ventanas al pasado no son un buen agujero por el que mirar la perfección.
La mirada nubla, enfanga y enturbia seducida por la situación...

Por eso será mejor crear el momento y no copiarlo.

Piratas de sensaciones que se cansaron de jugar al abordaje, hoy cantan solitarios,
se ríen de las miserias fingidas y buscan bailar un vals eterno por la borda.

" No vuelvas por el mismo camino donde has dado tu mejor pincelada, el viento no sopla a favor, ni con aromas de cambio "





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