Goodbay

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24 nov 2014

DABA LUZ A SU PUERTA SOLO POR VERLA PASAR



La fecha me ha arrancado una sonrisa agridulce y me han dado ganas de restarle un once por duplicado.
Siempre tan numérico, atraído por su pura lógica no exenta de complejidad.
Como el uno más uno igual a cero que me ha robado las palabras.
Días grises de travesía por el desierto de mis disertaciones.

Quería ponerle forma, racionalizarlo y homenajearlo.
Me habría llevado una vida de imposibles por ambición.
La misma que no me alcanza para dar el primer paso.

En una historia de derrotas solo quiero palabras tristes para cantar sus bendiciones...
que me traen recuerdos que me saben a victorias relativas.


Vidas y triunfos efímeros. Usar de tinte la desesperanza, la que ha estado habitando en mis migrañas, en mi retina me da la mejor perspectiva posible.
Si pudiese describir un grito sordo, el sonido de algo frágil al romperse, el rasgar de la tela o el crujir de los cristales. Par, no por casualidad, para restarle ritmo, hacerlo fangoso, lento, difícil de digerir y hasta desagradable.


Si pudiese no llegaría ni a resumir la síntesis de sensaciones que me retuercen por dentro cuando veo las imágenes de los sueños pasados. Y sonrío, y no puedo evitarlo, y me hace caer otra vez.
Ese agujero está ahí y nunca se irá... podría taparlo, olvidarme de él o fingir que no existe pero sería traicionar a la memoria y el sentimiento.


Por eso lo lleno con la impotencia que produce no saber darle forma a las miserias del querer demasiado sin saber..

Me gustaría pensar que nunca es demasiado tarde pero es mentira.

Hay quién dijo que "no se puede vivir sin héroes, santos ni mártires".



Yo tendría mi propia reinterpretación de la frase, tan obvia, tan necesaria, tan tarde.

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