Goodbay

Vistas de página en total

11 may 2015

MI QUERIDO LIENZO BLANCO





Querido Amante de lienzo blanco :

Estoy sumida en una psicosis tan persistente y el anhelo mencionado es tan grande
que me veo obligada a escribirte, dejarte debajo de la almohada mis últimas voluntades,
que no son más que un conglomerado de sabiduría que he ido extrayendo de cada piedra que me he tragado al caer.

No esperes que te las ordene. No viniste a mí cuando más lo necesitaba y no voy a hacer el menor esfuerzo para ello. Te fastidias si no me comprendes. Ser mujer tiene muchísimos pros, y por contra no sabemos cuál pega mejor con nuestros ojos de mar incierto...

Me he dado cuenta de que quiero estar sola, sí... Para mi desgracia no lo estoy.

Ni tú. Ni nadie.

Nadie sabe lo que es la soledad y cuando la quiere no la encuentra. ¿Por qué? Fácil.
Las personas partimos nuestra alma a trocitos y tenemos la soberbia puntería de dárselos a quien se va para no volver.

Por ello, si bien no hallamos a nadie a nuestro lado cuando tratamos de reencontrarnos con nosotros mismos, los sentimos a todos como el primer día.

El deseo, la nostalgia, la tristeza y la incertidumbre nos abruman y, más que soledad, lo que llegamos a sentir es al tiempo tambaleando con una caricia nuestros cuerpos decrépitos.

¿Para qué gastar fuerzas en seguir buscándote si en realidad he perdido mi alma y estoy completamente vacía?

¿Para qué esforzarme por pintarte desnudo y que me pintes ruborizada si ni siquiera estoy segura de si estoy haciendo lo correcto con cada poema que te dedico? Tiemblo de frío. No me quedan fuerzas.

Y hoy es un día especial a pesar de todo.

No puedo negarte que he soñado con que me sorprendes en la estación de tren, me vendas los ojos y me llevas a un precipicio.
Allí nos sentamos, miramos al horizonte hasta que nos abraza el viento y el crepúsculo da paso a tus dedos.

La función empieza en mis labios y acaba con un gemido.
Me haces tuya, pero sin que te enteres de mi apogeo...
Mi misterio y mi juego de la ambigüedad te hacen encontrar ese punto mágico en el que en apariencia me aburres, pero por dentro me inunda el febril deseo de que lo que me haces se repita hasta que quedemos exhaustos.
Tú y mi yo es, codo con codo, contra todos los que osen apartarnos de ese sexo tántrico CELESTIAL...

Y muero lentamente por todo. Y no sé si al dar las doce pensaré de otra manera,

¿quién sabe? Solo sé que no estás aquí conmigo y que me siento desprotegida.
Que esto que debería ser la mejor y más sentida carta de amor es un esperpento a causa del insomnio, la ansiedad y la necesidad de evadirme y apartar el miedo a golpe de vespertina monotonía.

Mañana sigo con mis quehaceres.


Mañana te sigo amando y no lo sabes, al igual que no sabes que me asfixio a medida que te alejas de mí, repudiado y adorable desconocido.
Pero soy mujer, seré fuerte... La fortaleza de una persona se determina en función del tiempo que pasa desde que se cae hasta que se levanta.

Así, querido amante de lienzo blanco, mañana te prometo que te diré que ayer fue San Valentín. Que no te preocupes...

... que fue el único día que se me ocurrió hacer de mis versos un testamento.









No hay comentarios:

Publicar un comentario