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28 may 2015

LA CARTA QUE NUNCA LLEGARE A LEERTE



Una carta para alguien a quien amo con toda mi alma y que significa mucho más para mí de lo que jamás podré decirle.
Para ti,

Me siento en el suelo junto a la ventana viendo como las gotas de lluvia llenan poco a poco el cristal, acerco mis labios a ella y soplo para crear vaho, dibujo un corazón con la punta de mi dedo —con trazo vacilante— y sonrío pensando en que, quizá, siempre seré un niña que no quiso crecer, que quiso quedarse a vivir en el País de Nunca Jamás tumbada bajo los árboles.

Te quiero, te quiero y repetir estas dos sencillas palabras en voz alta hace temblar los cimientos de mi mundo como un terremoto de proporciones colosales.
Lo difícil es que estas dos palabras tan dulces... tan mágicas,
nunca saldrán de esta habitación, tendré que atesorarlas bajo llave y susurrarlas en rincones vacíos, en espacios ocultos reservados únicamente para mí, para mis fantasmas, para mis sueños... tú, el mejor de ellos.

Éramos unos niños que soñábamos con un futuro lleno de estrellas, lleno de cosas maravillosas que iban a pasarnos  ,¿Qué pasó de todo aquello?
¿Lo olvidamos o la vida hizo que simplemente siguiésemos adelante?

Me han roto el corazón unas cuantas veces pero, cada vez que te siento cerca, es como si solamente tú supieses recomponer todos los pedazos, como si fueses el pegamento que los mantiene unidos milagrosamente.

Eres... eres mi ángel de la guarda, mi refugio, mi lugar seguro en medio de la tormenta, mi abrigo, mi luz... Eres tantas cosas y yo puedo decirte tan pocas...

Tu corazón pertenece a otra chica y yo sólo puedo mirar desde el otro lado de la calle y soñar con que la mano que sostiene la tuya fuese la mía, aun cuando sé que es imposible, pero no puedo controlar mis ilusiones...
ellas se escapan de cada jaula que decido imponerlas...
Sus alas son demasiado fuertes, sus esperanzas demasiado ambiciosas y no puedo negarlas, porque sería tan complejo como dejar de respirar de repente.

La tímida luz de estos hermosos sueños se cuela en mi día a día y a veces me sorprendo de pronto sonriendo como una niña enamorada sin ninguna razón en particular. Solamente por sentirte cerca, por saber que te tengo en mi vida y con eso... con eso yo ya soy feliz.

Te quiero... así de bajito, susurrado, en secreto, en cartas escondidas y en rincones prohibidos, pero te quiero y te voy a querer siempre.

Nunca llegarás a leer esta carta, la guardaré en mi cajón, con los recuerdos, las sonrisas, los sueños... 

y a ti, te mantendré protegido en un rincón de mi corazón, que es solamente tuyo, para que me des calor en las noches oscuras y para que tu recuerdo me abrigue cuando tenga frío.

Seguiré amándote y velando por ti, para que siempre estés feliz y a salvo.




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