Antes sólo era capaz de hablar con una sola voz.
Todo tenía el mismo tono, el mismo color.
Pero llegó él, y su presencia comenzó a multiplicar mis estados; de repente consigo convertirme en cualquier momento, independientemente de la posición de los astros. Cualquier sentimiento por hacerlo sonreír, por eternizar nuestro mal disimulado baile.
Se acerca, apenas llega a rozarme, y los colores y los sonidos que me rodean se hacen más intensos; me sube a un carrusel de emociones y nada ni nadie puede evitar que con cada uno de sus gestos me sienta caer un poco más en su espiral infinita. Es un don de vida que sólo él sabe suministrarme, generando una paleta de melodías donde ninguna nota había sonado antes, jamás.
Sus huellas son tan profundas que nunca desaparecen; no hay mejor motivo para continuar cada día que la posibilidad de redescubrirle cualquier mañana a mi lado, y jugar a conocerlo desde cero, como si ese fuera nuestro primer momento en el mundo. Y no quiero volver a tener nunca más una única voz; estoy en pie gracias a las puertas que abrimos juntos a cada paso, en cada beso.
Por eso, por todo lo que despierta en mí, por todo lo que quiero vivir con él, por todas las primeras veces que nos quedan por descubrir juntos, era algo que a pesar de mi fobia por ciertos compromisos resultaba inevitable...
El que no ha amado en esta vida no sabe lo que es vivir. El que ama y sirve, sirve su vivir. Pero no todo lo que brilla es oro y uno debe de aprender a vivir así, a veces el amor no es lo que parece y otras amamos lo que no se debe amar. Aprendí a esperarte en los días soleados y en aquellos con lluvia, en los días para celebrar y en los que solo pasaban por pasar. Te he deseado como nadie más podrá hacerlo,porque tu y sólo tu eres poesía
quisiera abrirme el pecho para que ella supiera lo que llevo dentro.
ResponderEliminarsierto es que solo una persona sabe suministrarlo... y avivarlo
sólo el amor mas profundo y real.
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