Pasan los minutos, tic-tac... Coges tu pluma, juegas con ella entre tus dedos y vuelves a mirar el papel, la aguja sigue moviéndose, tic-tac...Piensas pero no sucede nada, no hay palabras, no hay imágenes. Sólo un inmenso vacío del que no alcanzas a ver el fin, tic-tac... Recurres a tu memoria, abres el cajón de los recuerdos buscando algo que te ayude a abrir tu mente al ilimitado blanco para poder cubrirlo de prosa, metáforas y expresiones varias, tic-tac...De repente se hace un silencio absoluto, tanto que incluso contienes tu respiración para no interrumpirlo.
Sientes una sacudida y saltas de la silla al interior del folio, tic-tac... Ante ti se abre un mundo nuevo, con colores que tus ojos no logran asimilar, animales jamás vistos, ríos de fresca hierba atravesando campos de agua sembrados. Sientes con fuerza la ilusión de tu mente abierta a ese lugar, tic-tac...Encuentras un camino de frutas que serpentea adentrándose en un bosque de nubes y lo sigues.
A cada paso que das suena una nota musical y empiezas a tararear mientras caminas. Llegas a una casa, está hecha de grandes libros amontonados unos sobre otros. La puerta es un libro verde en cuya tapa puedes leer en letras brillantes "Tu vida", tic-tac...Abres el libro y entras en la casa. Está casi vacía pero muy iluminada. En el centro puedes ver una mesa y una silla, te acercas lentamente y ves sobre la mesa un folio en blanco.Te sientas y, de nuevo, sientes ese silencio.
Cierras los ojos y, transcurridos unos segundos, tic-tac... los vuelves a abrir. Te encuentras en tu habitación, todo está como antes, miras el folio delante de ti pero ya no está en blanco, tus ideas han fluido a través de tu pluma con tinta de imaginación.
La aguja se sigue moviendo, tic-tac...
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