Goodbay

Vistas de página en total

21 feb 2012

DE PAÑO DE SEDA A SÁBANAS DE SEDA




Entiendo que cada uno es libre de llevar el dolor como le parezca.
Yo me considero una persona bastante sensible y sentimental.

Y puedo decir que en el único caso donde perdí a alguien con quien compartí romance, lo pasé muy mal, sabiendo que pasaría pero no le quise abandonar.

Los velatorios express se han convertido en los últimos años en algo muy habitual. Quien juraba amor eterno, hasta más allá de los tiempos, olvida en el tiempo que colocan la lápida ese gran amor.
Centenares de viudos alegres aparecen a diario.

No sabría analizar de dónde viene este fenómeno.
Quizás nunca hubo amor. Pero cuando lo han manifestado públicamente hasta superar lo más almibarado, se hace difícil de creer.

Al igual que hay gente que le encanta aparecer por sorpresa en las bodas -de una boda sale otra, solían decir nuestras madres-, algunos tienen por profesión ofrecer a los dolientes algo de alivio.
Suelen ser amigos comunes, o quizás colaterales.

Y aquellos que amargamente lloraban, con una sola vuelta de su cuaderno, han olvidado a ese alguien que significó tanto una vez.
Y se lanzan a los brazos de un amor mágicamente encontrado en tristes circunstancias.

Pocas sombras de remordimiento, o de recuerdo hacia quien partió he visto en estas rápidas transiciones.
Tal vez sea parte de un proceso natural o quizás el amor, que recordamos en estas fechas se ha vuelto algo trivial y desechable.

Estas conductas han sucedido siempre, no hay nada nuevo bajo el sol.
Pero cuando se hacen de forma tan hipócrita, después de narrar una gran historia por capítulos, me causan tal vez algo de rechazo.

Quiero creer que soy una gran romántica, que viviré eternamente.
Pero viendo que tantas veces se falta al respeto y al mismo concepto de amor, a veces las flores que vas a comprar se marchitan y los bombones se derriten al sentir tal ataque a su esencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario