Goodbay

Vistas de página en total

28 ene 2012

ERASE UNA VEZ



Lo mejor de los cuentos son los principios, empiezan con un “érase una vez…” y entonces echas tu imaginación a volar y piensas en lo que te gustaría que fuese. A veces pienso por qué no hacen cuentos en los que únicamente se cuente el principio, una historia sin final, infinita, que de tres vueltas al universo y aún así no dejase de girar.

Aunque los cuentos terminen con un “fueron felices y comieron perdices” siguen siendo tristes, son como una carrera de obstáculos, gastas todas tus fuerzas por llegar a la meta y una vez llegas ¿qué pasa? Nada, se acabó todo y aunque seas el ganador, no te permiten seguir corriendo.

Me gustaría poder escribir una de esas historias en las que los personajes aunque ya estuviesen muertos, siempre hubiese algo que contar sobre ellos… como por ejemplo:

Y entonces le besé, fue como si me hubiese comido una caja de cerillas y todas a la vez se hubiesen encendido en mi estómago, el calor traspaso mi cuerpo por los poros, y se agolpó toda la sangre en mi cabeza, parecía que mi corazón en un impulso se hubiese subido hasta mi cerebro y sentía los latidos. Intenté calmarme pero sentía que el agua a mí alrededor se evaporaba…


No hay comentarios:

Publicar un comentario