Lo exacto, simple y preciso. El desorden muy caoticamente organizado.
Mas y menos, no. De opuestos, pero sin anularse.
Vivimos viviendo en nuestras esperanzas de una existencia que nos hizo diferentes.
No en un uno, como un conjunto dentro de nuestro propio conjunto.
Huimos desesperados de nuestra normalidad a refugiarnos en la atalaya del elitismo para poder buscar en el horizonte de nuestra ordinariez una chispa de exquisitez que brille de un color nuevo.
Un nuevo lienzo.
Reinventar la perspectiva, quizás sea el marco...
¿Por qué no el pintor? El pincel, no...
De una mala pincelada ha salido un signo de interrogación que te persigue por pasillos estrechos en noches de luna llena de nubes.
O quizás poniendo causas a las preguntas mal respondidas de nuestras vidas.
¿Hasta dónde nos puede llevar un camino de desaciertos?
¿A una pregunta mal planteada? ¿O a una necesidad figurada?
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