Sólo una luz primaveral, indiscreta y cotilla, es testigo de la mezcla de todo lo adorable, del complemento a mis pasiones. Entró a mi habitación y se posó en el cabecero de mi cama, formando en ángulo, con los cristales de azúcar de mi ventana, un pequeño arcoíris que recorría la estancia de esquina a esquina.
Buscó sin timidez mi cuerpo debajo de las sábanas, desposeído de la calma, despertando mis poros de las sombras de la noche pasada. Abrazando mi nuevo día con toda la perversión que le regalaba mi desnudez. Ni yerma ni virgen; rubia, joven y a veces pagana.
La manta de ansias tejidas con lana que me tapó durante las noches de invierno, se desvaneció como las nubes repletas de lluvia que contenían mis párpados, y comencé a beber, sigilosa y a grandes tragos, de un manantial que es tu boca y tu cuerpo, que me regalaba vida, que me da más vida...enajenada y afectada por siete clases distintas de drogas no alucinógenas, siento que hay mordiscos que te gustan, caricias que me pides, arañazos de gata en celo que buscan tu luz cada mañana.
Y resumo todo hasta el minuto presente, destilando mi sudor al golpe de tus caderas contra mis ingles, sacudidas en mi cuerpo, en tu cuerpo que hace que olvide mi nombre y dónde demonios me encuentro. Y a veces, la luz indiscreta tensa mis músculos mientras me besa, hace que el silencio gima para mis oídos en el amanecer más callado.
Árdeme en un dulce secreto
El que no ha amado en esta vida no sabe lo que es vivir. El que ama y sirve, sirve su vivir. Pero no todo lo que brilla es oro y uno debe de aprender a vivir así, a veces el amor no es lo que parece y otras amamos lo que no se debe amar. Aprendí a esperarte en los días soleados y en aquellos con lluvia, en los días para celebrar y en los que solo pasaban por pasar. Te he deseado como nadie más podrá hacerlo,porque tu y sólo tu eres poesía
pasion desbordante!
ResponderEliminar...un dulce secreto...
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