Hoy he visitado tu tumba por primera vez.
No es que cambiara nada por hablar con un trozo de piedra, tengo asumida tu muerte desde la primera mañana que desperté en una cama que nunca volverá a estar llena, por mucho que esté ocupada. Pero no me gustan los cementerios.
Ya tengo una M en la palma que me recuerda que soy mortal, no necesito las fechas inscritas en las lápidas para hacer que no olvide donde guardo ese frasquito verde, por si un día dormir es demasiado tentador.
Me dicen demasiado que no quieren verme triste.
Me leen y no saben qué decirme. Pero no hay nada que decir.
Sólo una medium podría hacer que mis oídos sonrieran un instante. Qué pena no haber creído en nada en la vida aparte de en ti. ¿Cómo explicarles que la fe facilita el camino y el descreimiento lo vuelve cuesta? Yo no tengo dónde peregrinar, por mucho que desgaste las plantas o las rodillas.
Queda más bonita así, llena de orquídeas negras. Mi flor preferida. La rareza de la superheroína suicida. Queda más bonita así, pero no quiero verla. No dejaré de hablarte, no sé cambiar de segunda persona del singular, de primera del plural, pero prefiero susurrarte al oído que aún imagino que amanece a dos pasos de mi boca.
Que ya no sé qué más decir, si entre las cosas que no me quedan no me quedan palabras. Pero es duro estar lejos de ti...
El que no ha amado en esta vida no sabe lo que es vivir. El que ama y sirve, sirve su vivir. Pero no todo lo que brilla es oro y uno debe de aprender a vivir así, a veces el amor no es lo que parece y otras amamos lo que no se debe amar. Aprendí a esperarte en los días soleados y en aquellos con lluvia, en los días para celebrar y en los que solo pasaban por pasar. Te he deseado como nadie más podrá hacerlo,porque tu y sólo tu eres poesía
¿orquideas negras son tus favoritas?...será solo cuando estás triste.
ResponderEliminarMuy buena... se la dedicaría a tres personas