Goodbay

Vistas de página en total

15 sept 2011

Conjuro

A dos palmos del suelo me detuve, no sé cuánto tiempo pasó desde que inicié el ritual, sólo puedo recordar que en el momento en que mis pies abandonaron el suelo comenzó a llover, las gotas golpeaban el tejado mientras yo me esforzaba en intentar seguir subiendo sin éxito.
Nada, ni un milímetro más, estancada.


La lluvia se iba animando al ritmo en que la frustración se tornaba ira.

Mis zapatos que hasta hacía un segundo descansaban en el suelo comenzaron a girar descontroladamente.

Podía oír como el viento azotaba los cristales cada vez con más fuerza, la llovizna había dejado paso a la tormenta mientras en la habitación él ambiente era más sofocante con cada repetición del verso.

De repente un sonido ensordecedor rompió el torbellino de agua, las ventanas cedieron y mi expresión se relajó en una mezcla de asombro y deleite.

El ardor de mis mejillas agradeció la humedad y el frío cortante hizo revivir la esperanza.
No fue hasta que estuve calada hasta los huesos que empecé a moverme pausada... y horizontalmente ...


2 comentarios:

  1. ...parece el fragmento de un libro...la historia engancha. lástima que tus fragmentos sean siempre tan cortos :-(

    ResponderEliminar
  2. un dia me animaré con un libro .. nunca se sabe ..

    ResponderEliminar