Goodbay

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25 sept 2011

Tras la puerta

Es un día indeterminado bien entrada la tarde. Las sombras de la noche comienzan a cernirse sobre las colinas de la vieja ciudad.
Me entretengo leyendo el ultimo libro insulso que tuve a bien comprarme, mientras saboreo el fondo de un gin tonic que ha conocido tiempos mejores.

El timbre de la puerta me sobresalta de manera sorprendente. No espero visita esa noche. Me regodeo en mi propia soledad desde hace semanas, con la sola compañía de mi misma.

Camino temblorosa hacia la puerta, pero algo me dice que debo tener cuidado.
Mi sexto sentido me previene, siento que lo que hay tras la puerta volverá añicos mi vida. Y sosteniendo ese pensamiento del hilo de mis miedos, me sorprendo a mi misma avanzando inconsciente hacia la perdición.

La manilla está la alcance de la mano y un sudor frío recorre mi frente. Decido que no abriré esa puerta, pero en lo que dura el pensamiento un click me deja claro que algo está decidiendo por mi. Abro lentamente mientras a mis oídos comienza a llegar un repiqueteo insistente “tac tac, tac tac, tac tac...”, una y otra vez en un increscendo que amenaza con volverme loca en medio segundo.

Mis ojos enrojecidos no dan crédito al vacío que llena el pasillo.
¿Habrá sido una alucinación macabra de mi mente?, pienso mientras mis músculos se relajan uno por uno. Y me dispongo a dar media vuelta cuando a mis pies se cuela por la rendija de mis llorosos ojos un objeto de un rojo mas intenso que el sol cegador. A esas alturas mi mente ha filtrado el sonido atronador, que por un momento había creído extinto, y que reaparece con cruel virulencia... tac tac...tac tac...tac tac...

Una fuerza irresistible me inclina a cogerlo y sostenerlo en mis manos mientras camino con pasos inseguros hacia la penumbra de mi habitación.

Lo coloco en la mesa auxiliar iluminada por la única luz que rompe las tinieblas. Lo observo escrutadoramente y mis pensamientos recomponen la escena. Es una caja, pequeña, roja como el fuego, y con una forma extraña pero reconocible.

Tengo que abrirla, me lo pide el cuerpo a esas alturas y yo no puedo negarme.

la abro ... hay un mensaje .. " si es por tí " ....

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